La tendencia para el 2021 en el campo de la formación pasa por un modelo cada vez más híbrido, donde se entrelazan presencialidad y asistencia virtual. Mucho más accesible y personalizado
El año 2020 ha sido un año que marcará un antes y después en la economía global y en la forma de trabajar y aprender. La pandemia ha conseguido que el teletrabajo se haya implantado en un tiempo récord y ha demostrado que, lo que antes parecía impensable, se haya normalizado en todas las compañías grandes y pequeñas, con mayores o menores recursos.
Pero la pandemia también ha cambiado la formación de manera sustancial, ya que la telepresencialidad en el aprendizaje ha venido para quedarse. Y por ello, tenemos que ser capaces de mejorar la experiencia docente, a través de la tecnología. Y lo que antes veíamos como desventajas en la formación telepresencial, convertirlas en ventajas (ahorro de costes, ahorro de tiempos de desplazamientos, grabación de sesiones, entre otras).
Los nuevos tiempos exigen de personas capaces de adaptarse a los rápidos cambios que se están produciendo en todos los sectores, y las personas, dentro de las compañías, serán imprescindibles en este proceso de transformación.
Para ello, las personas deben seguir aprendiendo y la formación continua (o reskill) se hace vital en este proceso, para no quedarse fuera de mercado. El conocido lifelong learning o aprendizaje a lo largo de toda la vida, es hoy una realidad, prueba de ello es que la edad media de los alumnos de eLearning se ha disparado desde el comienzo de la pandemia.
En este sentido, las empresas apuestan por la formación de su personal, permitiéndoles así tener profesionales cualificados y con competencias transversales acordes a sus posiciones y perfiles.
Dentro de las empresas, se va a exigir más productividad con menores recursos, lo que va a suponer que las personas tengan una transversalidad de conocimientos, pero al mismo tiempo se reclamará especialización en determinadas áreas de conocimiento. En este proceso de mejora de la productividad, la digitalización va a tener un peso significativo. Y, si queremos que los profesionales tengan transversalidad y especialización, la formación también va a jugar un papel muy importante.
El lifelong learning o aprendizaje a lo largo de toda la vida, es hoy una realidad, prueba de ello es que la edad media de los alumnos de eLearning se ha disparado desde el comienzo de la pandemia
Los retos para los profesionales son pues, adaptarse a los cambios con sus mejores aptitudes y actitudes, y contar con esa transversalidad de conocimientos que cada vez más nos va a exigir el entorno laboral.
Asimismo, los desafíos para las empresas, son la apuesta por el talento de su empresa, dándole la formación adecuada, el ambiente y equipo adecuado, y saberle retener dentro de la propia compañía.
Y estos objetivos sólo pueden conseguirse con la colaboración de los profesionales, empresas, escuelas de negocio y Universidades, quiénes deberán conocer los perfiles más demandados y dar esa formación.
En nuestra opinión, desde el Instituto Marítimo Español, la tendencia para el 2021 en el campo de la formación pasa por un modelo cada vez más híbrido -donde se entrelazan presencialidad y asistencia virtual- mucho más accesible y personalizado y donde el micro aprendizaje tendrá cada vez más protagonismo.
“Vive como si fueras a morir mañana y aprende como si fueras a vivir siempre” (Mahatma Gandhi).