La gestión del talento logístico en los centros de formación profesional integrada

Los centros de formación profesional tienen que ser vistos como una opción formativa plenamente válida, que permita dar respuesta a la creciente demanda de profesionales, pero para ello se requiere de la colaboración de empresas, instituciones y centros de formación.

El sector logístico se enfrenta a retos muy importantes inherentes a su propia actividad, pero sin lugar a dudas, la gestión del talento es uno de los elementos que genera más preocupación en el sector. 

Cuando nos referimos a gestión del talento, no se trata sólo de la formación de las plantillas actuales, también es muy importante la generación de una cantera de profesionales suficientemente preparados para abordar los retos del sector.

Tradicionalmente las diferentes posiciones asociadas al ámbito de la función logística han sido desconocidas en líneas generales, es a raíz de la pandemia que la sociedad toma conciencia de la importancia de las mismas, y el paradigma está en hacer que estas sean atractivas para los jóvenes, se tienen que poder visibilizar como una opción atractiva de empleabilidad, que permite el desarrollo de carreras sólidas en el ámbito internacional.

Los centros de formación profesional tienen que ser vistos como una opción formativa plenamente válida, que permita dar respuesta a la creciente demanda de profesionales, pero para ello se requiere de la colaboración de empresas, instituciones y centros de formación.

En el caso del Institut de Logística de Barcelona que pertenece a la red de Barcelona Ensenyaments Professionals, es un centro hub de referencia que se especializa en las formaciones logístico-portuarias, informática, administración e internacionalización de la empresa.

Cada vez más los jóvenes ven en la formación profesional una nueva forma de aprendizaje que les permite una inserción laboral rápida en el mercado laboral

En esta tipología de centros de referencia las actividades que se llevan a cabo, además del desarrollo y formación de los estudiantes del centro, pretenden también hacer mucho más visible la formación en este ámbito, que sea más conocida por los estudiantes que cada vez más se decantan por la formación profesional como primera opción.

La logística es un ámbito que en su día a día no es conocida por el gran público, por lo tanto es una labor de todos los agentes implicados el dar a conocer las oportunidades de inserción laboral para los jóvenes.

Son múltiples las acciones que se llevan a cabo con este objetivo, desde los centros educativos se organizan jornadas de puertas abiertas, participamos en las ferias sectoriales de educación como el Saló de l’Ensenyament de Barcelona, se llevan a cabo workshops y todo tipo de actividades. Además de la formación de los alumnos, hay una necesidad de espacios donde poder explicar y dar a conocer las opciones para los estudiantes.

Cada vez más los jóvenes ven en la formación profesional una nueva forma de aprendizaje, mucho más próxima a su realidad inmediata y que les permite una inserción laboral rápida en el mercado laboral. Esta opción no es excluyente de otras opciones ni incompatible, ya que cada vez más, la formación continuada es el medio de transporte en el que nos subimos a demanda a lo largo de nuestra vida profesional.

En el sector logístico actualmente más de la mitad de los profesionales son titulados de formación profesional, en diferentes posiciones en fábricas y almacenes; transporte, distribución y empresas transitarias; perfiles transversales como la informática, la digitalización y el comercio digital, se requiere cada vez más de una formación profesional adaptada a los requerimientos de la digitalización y el uso de las nuevas tecnologías, acelerado por los cambios en los hábitos de consumo.

Es importante atraer al talento humano joven y crear una cantera de profesionales preparados para afrontar los retos de la sociedad 4.0, con una formación que potencie los idiomas, la incorporación de las nuevas tecnologías y las soft skills.

Es importante por tanto atraer al talento humano joven y crear una cantera de profesionales preparados para afrontar los retos de la sociedad 4.0, con una formación que potencie los idiomas, la incorporación de las nuevas tecnologías y las soft skills.

Son muchos los retos formativos y para ello son necesarios espacios que permitan visibilizar la formación profesional como una opción de primer orden. Los mejores embajadores son los propios estudiantes que tienen que completar un período de formación en la empresa para poder obtener su titulación, siendo la Formación Profesional Dual una opción de futuro que permite a las empresas participar del proceso formativo desde la base.

También se hace necesario el poder adaptarse a las necesidades del sector de forma más flexible, y potenciar el uso de metodologías activas de aprendizaje, hay que abrir las puertas de los centros para llevar la empresa al centro formativo y el centro formativo a la empresa.

Sede del Institut de Logística de Barcelona en el World Trade Center

Las oportunidades de participación son muchas mediante la participación evaluación de proyectos educativos, planteando retos y también, abriendo los centros a la innovación.

En los centros educativos actualmente se están incorporando elementos de realidad aumentada, realidad virtual y simulación entre otros. Permiten la formación del alumnado y acercar realidades empresariales a las que no se podrían enfrentar de otra forma. Pero es necesario ir un paso más allá, hay que abrir los talleres y aulas para que puedan ser utilizados con retos y propuestas de innovación en colaboración con el tejido productivo.

Cada vez más es en la colaboración de los diferentes agentes implicados donde debemos buscar las respuestas, alguna muestra de este tipo de acciones pueden ser los diferentes tipos de challenges, donde se enfrenta al alumnado a la solución de retos reales planteados por el sector. En la búsqueda de soluciones se encuentra el aprendizaje y también las oportunidades de formación y desarrollo de proyectos conjuntos.

Además, no podemos dejar de lado el componente de internacionalización y aprendizaje de idiomas, junto con las competencias transversales han de permitir articular una oferta formativa, flexible, de calidad y que permita el desarrollo del sector. Cualquier propuesta en este sentido se tiene que llevar a cabo de la mano de industria, instituciones y centros educativos.