La Asociación Cluster de Aeronáutica y Espacio – Hegan ha aprobado el Plan de I+D+i 2021-2024 (PIDiH2124), tras casi un año de trabajo conjunto que se ha materializado la hoja de ruta que guiará las acciones de I+D+i en colaboración del sector aeronáutico y espacial asociado. Forman parte de Hegan más de medio centenar de empresas, cuatro universidades, otras tantas entidades tecnológicas y media docena de aliados estratégicos.
Este plan está elaborado para afrontar los desafíos de la industria aeroespacial para los próximos años, poniendo el foco en la neutralidad tanto de la operación de las aeronaves como de la fabricación de los sistemas y componentes que los socios de Hegan suministran a los grandes clientes mundiales.
La sostenibilidad, la digitalización y la competitividad serán los fundamentos de este periodo clave para la recuperación
Para la elaboración del IDiH2124 se ha examinado el entorno tecnológico a nivel global, europeo, estatal y vasco; se han desglosado segmentos y nichos; se ha mapeado las capacidades tecnológicas del cluster; se ha estudiado las necesidades de los socios, tanto individual como colectivamente; y se han analizado tendencias y estados, para centrar este Plan en apoyar la recuperación del sector en estos 4 años que van a ser cruciales para el mismo. Algunos de los vectores que guiarán este Plan giran alrededor de la “sostenibilidad”, como reto y oportunidad, y de la “digitalización” como palanca para ser más competitivos.
En lo referido a la sostenibilidad, desde Hegan señalan que, desde hace más de veinte años, la Industria Aeroespacial se ha autoimpuesto mayores exigencias medioambientales que cualquier otro sector. Así, los aviones del Siglo XXI son más eficientes que hace pocas décadas, emiten un -68% menos ruido, un -32% de CO2 y un -40% de NOx por pasajero que los modelos del siglo XX.
La I+D+i en el sector
El aeroespacial es un sector de carácter global y de ciclos muy largos: productos de ciclo de vida de entre 30 y 40 años y periodos dilatados de desarrollo intensivos en capital que producen retornos a muy largo plazo. Además, mantener la posición en el mercado es complicado puesto que requiere una gran fiabilidad en el diseño y la fabricación, está sometido a numerosas exigencias de calidad, seguridad y certificación y, además, emplea tecnología de vanguardia.
Por tanto, es uno de los sectores que mayor porcentaje de su facturación reinvierte cada año en I+D+i, que tiene un efecto positivo directo en la productividad y en la competitividad territorial; y que, además, produce un efecto tractor en otras industrias y sectores. Además, es parte de la solución para un futuro más sostenible como desarrollador y demostrador de tecnologías limpias alineado, por tanto, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas europeas en cuanto a un futuro de emisiones netas cero.
El sector aeronáutico y espacial es estratégico y clave para la economía de un país ya que es creador y generador de empleo directo de alta cualificación, además de tener unas tasas de creación de empleo indirecto e inducido que en el más prudente de los estudios multiplica por cuatro al empleo directo; en tanto en cuanto intensivo en tecnología, es vector de transferencia científica y técnica a otros sectores e industrias; y como desarrollador de productos y servicios de alto valor añadido.

Situación y retos del sector
La situación de crisis sin precedentes de la aviación comercial en la que estamos inmersos llega después de varios años con un nivel muy alto de entrada de pedidos, que había supuesto un fuerte aumento en las tasas de producción y la consolidación de este sector en Euskadi. Los socios de Hegan se capacitaron para hacer frente a aquellos lanzamientos esperados, lo que supone una oportunidad para afrontar cualquier reto a corto plazo: las entidades que conforman el sector aeroespacial vasco cuentan con la reactividad, la flexibilidad y el conocimiento necesarios para hacerlo.
En los próximos 20 años se necesitarán 40.000 aviones nuevos
A pesar de esta evolución negativa, el sector aeronáutico vasco está demostrando su fortaleza y capacidad de adaptación y resistencia con el objetivo de mantener la supervivencia de las empresas a corto plazo, sin perder de vista sus objetivos a medio y largo plazo. Si bien el sector de la aeronáutica civil ha sido el más perjudicado por esta crisis, otros campos, como el Espacio, no se han visto afectados, y otros, como la nueva movilidad urbana, han surgido como nuevos nichos de oportunidad. Es ahí donde se deben de Hegan cree que debe centrar los esfuerzos: inversión en I+D, nuevos programas y proyectos y reaccionar ante los nuevos paradigmas medioambientales.
La crisis actual, a la que no se le ve un final a corto plazo, ya augura que las tasas de fabricación de aeronaves civiles no serán iguales a las inmediatamente previas al comienzo de la Pandemia hasta que se vea una estabilidad real de oferta/demanda. Aun así, las últimas previsiones de los grandes fabricantes siguen vaticinando cifras que rondan los 40.000 aviones nuevos en los próximos 20 años.
El sector espacial seguirá su incremento progresivo tanto en misiones planificadas como en iniciativas privadas, con lo que las previsiones en el crecimiento de este subsector son halagüeñas. Otro nicho de mercado de futuro es el del desarrollo de drones y aeronaves personales con aplicaciones como aerotaxis, paquetería, vigilancia, mantenimiento, seguridad y simplemente como medio de transporte individual. Este campo sirve como plataforma tecnológica que permitirá la escalabilidad de nuevas tecnologías limpias y sostenibles a futuras aeronaves de mayor envergadura.