Alrededor de 500 asistentes virtuales han seguido el webinar organizado por Cefetra en torno a las “Perspectivas Post Covid-19 en el sector agroindustrial” con la participación de cinco expertos en distintos campos. Coordinados por la periodista Carmen Carbonell, intervinieron Daniel Martínez, Director General de Cefetra Ibérica y presidente de AECEC; Andrés Gómez Bueno, Presidente de Unistock Europa y Director del Grupo GOF; Carlos Arola, Director General del Grupo Arola; Fernando Caja, Director de Compras del Grupo Nanta (Nutreco); y Sebastià Arnau, Director General de Gececo (Grupo Valls Companys).
El evento digital se estructuró en torno a cinco bloques referidos al comercio internacional, logística, regulación, sector porcino y otros sectores ganaderos.
Cambio de paradigma logístico
A grandes rasgos, todos los ponentes coincidieron en que la situación actual, derivada de la pandemia del coronavirus, es absolutamente disruptiva, caracterizada por la volatilidad y la incertidumbre en la oferta y la demanda. No obstante, una de las conclusiones principales fue que “la cadena de suministro está garantizada” y el mercado de grano alimentario se está regulando por sí mismo.
La UE exhibe una gran debilidad arancelaria, agudizada por el Covid-19

Daniel Martínez, de la Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos (AECEC), explicó que la cosecha de cereal español va a ser excelente, lo que reducirá la dependencia de las importaciones, si bien “será necesario traer del exterior no menos de 21 millones de toneladas”. En este sentido, Carlos Arola dijo que se podría plantear una suspensión arancelaria al sector agroalimentario, debido a la situación excepcional, que ha puesto de manifiesto “la debilidad en la política arancelaria de la Unión Europea”, que ya se había puesto en cuestión por el Brexit. La crisis del Covid-19 “ha llegado en el peor momento” dijo Arola. Describió un panorama marcado por el reajuste en la programación de escalas de las navieras, la cancelación de escalas, la reducción de oferta de transporte, que acarrea una tendencia alcista en los fletes, los recargos en los precios de los contenedores y la falta de equipo, “no ayudan a la exportación”.
Andrés Gómez, admitiendo la incertidumbre, aseguró el funcionamiento normal en los puertos, no así en el transporte terrestre “con algunas dificultades en los países del Este” y la nula contratación de cargas de retorno. En lo referido al mercado de flete marítimo, Gómez Bueno dijo que “se mantiene estable” por la normalidad en los mercados de referencia. No obstante, la actual crisis “acelerará el cambio de paradigma” y favorecerá la digitalización de los intercambios electrónicos en los productos fitosanitarios.
Los puertos viven una situación confortable

Los ponentes dijeron que “los puertos están viviendo una situación confortable” puesto que los clientes prefieren estocar los productos en sus propios almacenes antes de dejarlos en origen o almacenarlos en los puertos. A medio plazo, las instalaciones portuarias se podrán convertir en reserva de materia prima, tanto de productos agroalimentarios como de piensos y fertilizantes. Los ponentes apelaron “a la profesionalidad” de los integrantes de la cadena logística” para asegurar el correcto flujo de las materias primas.
Oportunidades y amenazas
Sebastià Arnau explicó que la buena cosecha española es “una oportunidad” para los productores que han visto como ha caído la demanda en el mercado Horeca, sobre todo en la restauración. El cierre ha impactado en el consumo de cerveza (y los granos necesarios para su producción) pero también en la demanda de algunos animales de consumo mayoritario en restaurantes como pollo, vacuno y ovino.
Tanto Arnau como Fernando Caja se mostraron optimistas en lo referido a las exportaciones, sobre todo de porcino hacia China y de ovino para las próximas celebraciones de Ramadán y la Fiesta del Cordero. También reina el optimismo en lo referido a la importación de materias primas para la elaboración de fertilizantes, puesto que el sector primario es uno de los pocos que no se verá afectado en la producción y demanda, si bien “deberá adaptarse a la crisis en los canales de distribución”. Fernando Caja mostró su inquietud por “las limitaciones al comercio internacional” que, en su opinión, “irán a más y a peor” por la escalada en la guerra comercial y los efectos del Brexit.