El presidente de la Asociación de Consignatarios de Buques y Estibadores del Puerto de Bilbao (ACBE), Carlos Lobato, aspira a retomar la “antigua normalidad” con el tiempo y toda la prudencia, tras la distorsión que ha supuesto la pandemia generada por el Covid-19
En este momento tan crítico, el transporte ha demostrado su “papel esencial” y según Lobato, además del reconocimiento social mostrado al colectivo sanitario, “muy merecido por su labor y los riesgos asumidos por su personal, cifrado en miles de contagios, es indudable que se ha reconocido también el papel esencial del transporte”. Si bien se ha focalizado más en el transporte por carretera, que también merece una consideración especial, “no es menos meritoria la intensa y crucial labor desarrollada por los profesionales de las empresas estibadoras, consignatarias y del sector marítimo en general”. En este sentido, “seguimos siendo grandes desconocidos” en un sector que confía en mantener el nivel. ya que “en muchos segmentos no hemos dejado de trabajar y ello nos da esperanzas de que, finalmente, puedan mantenerse las empresas y los empleos”.
La ansiada recuperación
El presidente de ACBE señala que la pandemia plantea “muchas incertidumbres pero también algunas certezas” y que una de ellas es que “la reactivación del comercio exterior será indispensable para la recuperación económica”. Dicho esto, Carlos Lobato subraya que todos los agentes involucrados en este ámbito “han sido, son y serán eslabones imprescindibles” en el proceso de una recuperación a la que “no nos atrevemos a poner fecha”. Será paulatina y obedecerá, a tenor de los últimos informes conocidos, a unos ritmos más lentos de los que se pronosticaron al inicio de esta crisis y “habrá que estar muy atentos” al comportamiento de la industria, el comercio y los servicios durante el proceso de desescalada.
En opinión del presidente de ACBE, se debe ser prudente en todos los sentidos y, desde luego, en lo relativo a la especulación sobre futuros escenarios y prospectivas que aún no están a nuestro alcance. “Lo primordial es recabar recursos para apoyar a las empresas y a los autónomos y exigir el máximo rigor en su gestión para construir un marco económico y financiero sostenible para los próximos años”. Con independencia de las ayudas sociales para cubrir las necesidades de las personas realmente necesitadas, “el bloque de todos los fondos” mundiales, europeos o locales, canalizados a través de las instituciones, “debe ser aplicado a la economía productiva”.
Inversiones productivas
A juicio de Carlos Lobato, la actividad portuaria depende de las importaciones y exportaciones y desgraciadamente la pandemia ha paralizado el planeta. “En la última crisis, el puerto de Bilbao bajó un 25% en el periodo 2009-2012 (y la carga seca en mayor porcentaje). ¿Este dato es extrapolable? Creemos que no”. La pandemia ha tenido un efecto devastador que nadie supo prevenir y “nos situó brutalmente en un escenario insospechado” para el que no valen los parámetros que hemos manejado hasta ahora.
En lo referido a la recuperación económica, se muestra cauto al señalar que “tardará seguramente más que lo que se está escuchando” porque según ciertos pronósticos, se alargará hasta 2022, pero “iremos viendo la evolución mes a mes”, hasta la vuelta a la “antigua normalidad”.
A este respecto, Carlos Lobato opina que es “absolutamente necesario un plan de inversiones y señala que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, “tiene el encargo de presentar un plan de gran alcance que se está demorando sobre las previsiones establecidas”, un plan que vaya “especialmente dirigido a fortalecer la economía productiva”. Por cierto, “no me dejo en este concepto nuestra primera industria que es el turismo y, como segunda, a todo lo relacionado con el sector del automóvil”.
Proteccionismo al alza
En lo referido a la disminución de flujos comerciales, Lobato cree que “tal vez se reformulen algunas prácticas y se revisen determinadas políticas, pero la historia enseña que “el proteccionismo conduce inexorablemente a la pobreza” y que es distinto intentar recuperar algunas industrias que “echarle la culpa a unos crecientes flujos comerciales que benefician a todas las naciones”. Con el tiempo, deberíamos volver a la “antigua normalidad”, con todas las precauciones, y quizás con una obligatoria inversión en Investigación.
“Sin duda, el apoyo a nuestro sector vendrá ligado a la industria”
Para el futuro más cercano, el presidente de ACBE se fía de la flexibilidad de las cadenas logísticas “y la prueba más patente ha sido esta crisis en la que han podido mantener el suministro de bienes a la industria y a la población a pesar de las dificultades y la incertidumbre”. Aun desconociendo cómo será el mundo post-Covid, afirma que “seguro que el sector logístico se adaptará”, seguirá ofreciendo unos servicios de primer nivel a sus clientes y ayudará a que la recuperación sea lo más rápida posible.
A ese escenario se llegará después de una adaptación al teletrabajo “a la fuerza y con urgencia” y ha sido realmente alentador “el compromiso de todos” y el desempeño de las obligaciones en los hogares, lugares que generalmente no presentan unas condiciones óptimas. En cualquier caso, esta situación puede servir para estudiar su implantación en determinados supuestos pero, “no creo que deba ser un sistema sostenible en el tiempo, salvo para especialidades muy concretas”.
En este sentido, las relaciones interpersonales en ferias y eventos se están volviendo imposibles este año porque “estamos viendo día a día el aplazamiento – y en algunos casos la cancelación- de las citas de nuestro sector”. Las relaciones profesionales deben adaptarse y desarrollarse por canales alternativos hasta que podamos recuperar la “vieja normalidad”, que antes o después llegará, desea Lobato.