El sábado 2 de octubre aparecieron los primeros acontecimientos alarmantes en la Mini Transat de este año. Avisados por la aparición de un gran frente severo que afectaba a las zonas del golfo de Vizcaya y Finisterre, la mayoría de los competidores tomaron la decisión de refugiarse en puertos cercanos a la espera de que las condiciones meteorológicas mejoraran.
Por su parte, Georges Kick, el regatista más veterano de esta 23ª edición fue conducido a una orilla cuando intentaba llegar al puerto de Ribadeo para evitar los estragos creados por este gran frente que los acechaba. Ribadeo es un puerto cuya entrada tiene fama de ser peligrosa con el mal tiempo, lo que se confirmó más tarde, ya que el regatista a bordo del “Black Mamba”, encalló rápidamente con daños visiblemente importantes.
Entre el resto de los prototipos, la regata continúa a buen ritmo y se espera que la rusa Irina Gracheva toque tierra en Canarias esta misma noche o al amanecer. De este modo, sigue en camino de cumplir su objetivo de terminar entre los cinco primeros en Guadalupe al final de la segunda etapa. Esto será bastante más complicado para todos los demás, que avanzan este lunes con más de 700 millas de retraso respecto al líder de la flota.
Aparte del alemán Melwin Fink y del austríaco Christian Kargl, los dos líderes de la categoría de barcos de producción, que descienden hacia Canarias a gran velocidad, los demás tendrán que lidiar con un viento bastante inestable a lo largo del día, lo que les hará progresar de forma irregular, como ya está ocurriendo. La velocidad de las pequeñas embarcaciones en esta zona oscila entre los 5 y los 11 nudos en este momento, y los barcos situados más lejos de la costa tienen una clara ventaja.
Por lo que respecta a los regtistas españoles que ocupan las principales posiciones son Carlos Olsson Ripoll, que ocupa la decimoprimera posición, mientras que Carlos Manera, a bordo del Varador2000, está en estos momentos en el vigesimoprimer puesto, remontando en las últimas horas seis posiciones.
