La economía demanda soluciones de transporte con la eficiencia, en clave de intermodalidad, como factor de competitividad cada vez más estratégico
El transporte marítimo de corta distancia o short sea shipping es una solución económicamente y medioambientalmente sostenible para la formación eficiente de las cadenas de suministro no transoceánicas, en base a conexiones marítimas regulares. En el caso europeo, el TMDC o SSS engloba prácticamente todo el tráfico marítimo de origen o destino (no transoceánico) de los puertos europeos.
En puridad, incluye el cabotaje interior de cada país y, en particular, los servicios marítimos regulares entre los puertos continentales y puertos insulares del mismo país. Incluye, además el transporte marítimo nacional e internacional, incluidos los servicios feeder, a lo largo de la costa y con islas, ríos o lagos. Se aplica también al transporte marítimo entre estados miembros de la UE, Reino Unido, Noruega, Islandia y otros países ribereños del Mar Báltico, el Mar Negro y el Mediterráneo. En España, por ejemplo, muchos de los servicios de transporte marítimo entre las Islas Canarias y Baleares y la Península Ibérica se encuadran en el concepto europeo de transporte marítimo de corta distancia y destacan tanto por su regularidad como por su alta frecuencia.
Cabe recordar que la normativa comunitaria y la legislación española vigente definen el transporte marítimo de corta distancia como el movimiento de mercancías y pasajeros por mar entre puertos situados en territorio de la Unión Europea o entre esos puertos y puertos situados en países no europeos con una línea de costa en los mares que rodean Europa.

Sin embargo, el SSS encuentra su sentido como política activa de transporte en su contribución a la formación de cadenas marítimo-terrestres puerta a puerta, en donde además del transporte marítimo se conjugan los modos de transporte terrestres, y en particular el transporte por carretera, para configurar una solución de transporte competitiva. Otro concepto a tener en cuenta es la consideración de algunos servicios como autopistas del mar (AdM) que para adquirir carta de naturaleza deben ofrecer una frecuencia de 3 o más salidas semanales y eliminen transporte de la carretera.
Definiendo conceptos
La Asociación Española de Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia cumplirá el año próximo su XX aniversario en la ardua tarea de convencer a cargadores, transportistas, armadores y puertos de las bondades de un transporte intermodal puerta-puerta. Así, el Shortsea Promotion Center – Spain o SPC-Spain como también es conocida, se ha consolidado desde el 2002 con una serie de actividades que han contribuido a la difusión del concepto del transporte marítimo de corta distancia, de las ventajas y oportunidades que ofrece, y a la necesaria coordinación entre los distintos agentes que forman parte de una misma cadena marítimo-terrestre.
La industria, particularmente el sector agro, sigue demandando soluciones de transporte con la eficiencia, en clave de intermodalidad, como factor de competitividad cada vez más estratégico. En este escenario complejo, están prosperando iniciativas de colaboración entre el modo marítimo, la comunidad portuaria y el transporte por carretera. Esta colaboración no está exenta de dificultades y resistencias que se han visto incrementadas con dos hechos disruptivos: la salida de Reino Unido del seno de la Unión Europea, el Brexit, y la irrupción inesperada de la pandemia de la Covid-19, que ha pulverizado las previsiones de la economía en general, el tráfico portuario en particular, y el tránsito de viajeros en los buques. Este hecho que podría pasar por anecdótico, ha conllevado a la suspensión de multitud de servicios de TMDC en Europa (y en el resto del mundo).
Brexit + Covid, la tormenta perfecta
El mantenimiento de líneas para tráficos esenciales, con muchas restricciones y anulaciones de escalas regulares, no ha sido suficiente para garantizar la viabilidad económica de algunas navieras que han debido reestructurarse y/o arrastrar importantes pérdidas económicas de las que aún no se han recuperado. En este mismo número, algunos actores importantes del SSS europeo reconocen pérdidas de facturación superiores al 50% y, a pesar de que, gracias al proceso de vacunación generalizado en la UE, la eliminación en las restricciones fronterizas ha permitido que la movilidad de las personas se reactivara en un número creciente, aún dista mucho de encontrase en una situación normalizada. Todavía hoy, hay navieras que anuncian futuras reaperturas de servicios, como el que une Valencia y Mostaganem, suspendidas desde marzo del 2020.
La respuesta a las recientes incertidumbres pasa por la coordinación, el conocimiento mutuo y la búsqueda del interés común, en el concepto europeo de “comodalidad”
Por otro lado, la consideración de Reino Unido como “tercer país” ha traído consigo una diminución de los flujos de mercancías entre el continente y UK durante los primeros meses del 2021, con la consiguiente pérdida de mercado en ambos lados. Las distorsiones en materia aduanera, entre otros factores, están obligando a que muchos de los camiones que viajan a Reino Unido no estén encontrando cargas para el retorno, originando pérdidas a todos los agentes implicados.
A tener en cuenta que, por el contrario, se ha dado un crecimiento muy importante de las conexiones directas entre el continente e Irlanda. En el caso del puerto de Bilbao, único que mantiene una línea regular con el irlandés de Rosslare, este incremento ha sido del 70%, pero desde los enclaves portuarios franceses del Canal de la Mancha, no son pocos los que han desarrollado nuevas conexiones o ampliado las existentes con la Isla Verde.

La respuesta a esta incertidumbre pasa, para cargadores, transportistas, exportadores, importadores y navieras, por la coordinación, el conocimiento mutuo y la búsqueda del interés común como condiciones necesarias para una óptima intermodalidad marítimo-terrestre, en el concepto europeo de “comodalidad”.
Precisamente, la definición de la UE de TMDC abarca cualquier transporte marítimo entre países miembros de la Unión Europea y entre países miembros y países terceros ribereños de los mares Adriático, Báltico, Egeo, Mediterráneo, Negro y del Norte.
En este concepto se incluyen graneles sólidos, líquidos, mercancía general convencional, contenerizada y ro-ro, independientemente del tipo de carga transportada, que puede ser de pasajeros, granel, contenedor, ro-ro, vehículos, etc. También incluye cualquier tipo de servicio, sea de línea regular, tramp, feeder, e incorpora asimismo los transportes entre puertos españoles, peninsulares y extrapeninsulares.
La labor de promoción entre los agentes, las trabas crecientes al transporte de larga distancia que se vienen aplicando al transporte por carretera, la competitividad económica y los mejores tiempos de tránsito en las entregas puerta a puerta han ido logrando un incremento imparable del transporte marítimo de corta distancia. El impulso imparable y el compromiso de los actores de la logística con la descarbonización están suponiendo, además, un importante espaldarazo a un régimen de transporte que minimiza las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. El futuro se presenta prometedor: los camiones suben al barco cada día en mayor medida.