El llamamiento de la Asociación Vecinal de Zorrotza-Zorrotzako Auzo Elkartea para la conservación de la última grúa de estiba que queda en Bilbao, en el barrio bilbaíno de Zorrotza, ha sido escuchado. El concejal responsable del área de Obras y Planificación Urbana, Asier Abaunza, ha salido al paso de la petición vecinal para afirmar que el Ayuntamiento de Bilbao ya está en posesión de la grúa para la ciudad.
En declaraciones realizadas el fin de semana, Abaunza indicó que “con el contrato de compra venta de los muelles de Zorrotza que cerró el Ayuntamiento con la Autoridad Portuaria de Bilbao -el pasado mes de noviembre- estaba incluida también la mencionada grúa de estiba”. Según fuentes generalmente bien informadas, el coste de la operación, unos 13 millones de euros, incluía también la máquina, que “será conservada” para que permanezca como un “icono” del barrio y la Villa.
Antecedentes
Zorrotza es uno de los barrios populares de Bilbao que más ha convivido con el tráfico portuario cuando éste se realizaba en el interior de la Ría. Y también es el último que ha tenido actividad portuaria reciente, hasta que el flujo de la urbanización ha ido empujando a salir al exterior a las actividades tradicionales relacionadas con la carga y descarga de buques en la ciudad.
La semana pasada, la Asociación Vecinal de Zorrotza-Zorrotzako Auzo Elkartea, pidió a la Autoridad Portuaria de Bilbao la cesión definitiva de esta última grúa al Ayuntamiento de Bilbao, la última que queda en la zona. En su comunicado, la asociación popular recordaba que en 2012 los vecinos de Zorrotza vieron cómo «las más de 10 grúas de estiba que nos habían acompañado años y años, iban desapareciendo una tras otra y las últimas yacían derribadas sobre el muelle para ser convertidas en chatarra». Destacaban desde la Asociación que las grúas «habían sido vecinas cotidianas de la vida del barrio durante el último siglo con su actividad frenética de descarga y carga de los buques de todo el mundo que atracaban en el puerto de Zorrotza».

Conscientes de la importancia de su mantenimiento, junto a los edificios de Molinos Vascos y la Cordelería, como «últimos vestigios de la actividad portuaria del municipio de Bilbao», la Asociación Vecinal de Zorrotza inició una campaña para mantener, por su valor cultural, esa última grúa de estiba que, «solitaria en el muelle, se había salvado del derribo».
La grúa de Zorrotza, último vestigio de la actividad portuaria, ya pertenece a la Villa de Bilbao
Tras realizar numerosas gestiones con el Ayuntamiento y las autoridades del Puerto, a finales de 2013 la asociación consiguió que la Autoridad Portuaria, entonces presidida por Asier Atutxa, llegara a un «acuerdo de intenciones» con la empresa Servicios Logísticos Portuarios (SLP), propietaria de la grúa.
Transcurridos más de seis años desde entonces, desde la Asociación cayeron en cuenta de la venta por parte del Puerto al Ayuntamiento de Bilbao del muelle y terrenos aledaños. Por ello, desde la Asociación Vecinal de Zorrotza demandaban que el acuerdo de intenciones firmado en 2013 «se haga efectivo y la grúa, esa grúa que sentimos como nuestra, sea cedida definitivamente al Ayuntamiento y permanezca como un icono del barrio y por lo tanto de Bilbao».
El actual presidente de la APB, Ricardo Barkala, en 2013 no formaba parte del Ayuntamiento, institución en la que ha desempeñado funciones en dos etapas: 1991 a 2012 y 2015 a 2018. Ahora parece que sí ha hecho honor a la palabra dada por su predecesor en el cargo y por la institución en la que trabajó durante más de dos décadas.