De nuevo este año son las energías renovables -especialmente las relacionadas con la eólica y la solar- las que tiran del carro en torno a la industria del project cargo. Esta tendencia es la consecuencia del auge de este tipo de energías en todo el mundo, particularmente en Europa.
Con la incertidumbre provocada por la pandemia, parte de la industria del project cargo se vio obligada a retrasar o incluso parar sus proyectos más importantes. Quien no pudo optar por estas alternativas, tuvo que afrontar gastos muchos más elevados que acabaron afectando al desarrollo de estos proyectos y probablemente a su cuenta de resultados.
Tras la pandemia, y transcurrido un periodo en el que los fletes marítimos alcanzaron su particular techo, el sector logístico se ha visto afectado progresivamente por nuevas circunstancias como el conflicto entre Rusia y Ucrania; la inflación; el precio de los combustibles; o los altos precios de la energía; por citar los más importantes.
Esta serie de circunstancias han ido moldeando poco a poco la realidad del sector logístico y por extensión de la actividad relacionada con la carga de proyectos. En este contexto, la industria del project cargo ha tenido, no sin esfuerzo, que ir adaptándose a una coyuntura tan cambiante.
La energía solar y eólica, en auge
De nuevo este año son las energías renovables -especialmente las relacionadas con la eólica y la solar- las que tiran del carro en torno a la industria del project cargo. Esta tendencia es la consecuencia del auge de este tipo de energías en todo el mundo, particularmente en Europa, donde la Unión Europea viene haciendo una apuesta decidida por las energías limpias durante los últimos años.
Según los datos manejados por Global Electricity Review (GER), del grupo Ember, las energías renovables generaron el 12% de la electricidad mundial en el 2022. Estas cifras, que pueden parecer insuficientes, suponen un aumento del 10% respecto a los datos del ejercicio 2021.
Asimismo, en su cuarto informe anual, GER señala que las energías limpias satisfarán la totalidad de la nueva demanda de este 2023, y prevé una nueva caída para este año de las energías fósiles. En concreto, el documento señala que estas previsiones son la consecuencia de la implementación de las energías eólica y solar.
Sin embargo, no solo Europa está pasando por esta transición. Estados Unidos también es un mercado en auge en lo que se refiere a las energías renovables. Quizá la razón de este crecimiento es que la inversión en este campo en el mercado norteamericano ha sido insuficiente durante mucho tiempo.

Un claro ejemplo que corrobora esta creciente demanda es el salto de Haizea Group, -el grupo vasco especializado en fabricación de grandes estructuras metálicas y de componentes fundidos para aerogeneradores- a Estados Unidos. La compañía vasca se ha asociado con US Wind para gestionar y explotar la primera fábrica permanente de energía eólica marina en Maryland. Esta creciente demanda ha provocado cierta presión en la industria naviera, especialmente sobre los operadores ro-ro.
La digitalización, el principal desafío del project cargo
La digitalización continúa siendo uno de los desafíos de la logística y en particular del project cargo. En este sentido, expertos consultados coinciden en la necesidad de dar pasos para que el sector trabaje en armonía con una misma herramienta, un aspecto que también se hace extensible a la documentación y a la información.
Para estos expertos, esta última cuestión es de especial interés, puesto que resulta complicado en ocasiones seguir la secuencia y saber con exactitud quién es quién en cada uno de los eslabones que configuran las cadenas de suministro.
Junto a la digitalización, otros de los retos a los que se enfrenta la industria del project cargo es la planificación, la transparencia en las operaciones y la prevención de los riesgos inherentes a cualquier proyecto de transporte de mercancías. En cuanto a estos riesgos, las operaciones de project cargo han experimentado un gran cambio en los últimos tiempos, y es que las aseguradoras y reaseguradores ahora son mucho más estrictas y no aceptan cualquier tipo de operación, exigiendo además mucha información y de manera muy exhaustiva.
Tendencias para el 2023
La cantidad de operadores logísticos que tienen capacidad para atender a este tipo de cargas es limitada. Este factor va a continuar siendo relevante para la industria durante este año y probablemente durante los siguientes. Esta limitación de operadores podría traducirse en escasez de capacidad, por lo que adquiere importancia la gestión inteligente de estas cargas por parte de los actores involucrados.
Otra cuestión interesante para los próximos años es la capacidad de adaptación de los operadores para poder transportar cualquier carga de grandes dimensiones. Por citar un ejemplo, durante muchos años, la industria eólica tuvo incluso que adaptar las dimensiones de sus productos para que estos pudieran ser transportados.
La solución para este problema pasa porque las compañías logísticas continúen invirtiendo en transportes que estén actualizados, para que los fabricantes y proveedores no tengan limitaciones como la anteriormente referida.
Según los datos manejados por Global Electricity Review (GER), del grupo Ember, las energías renovables generaron el 12% de la electricidad mundial en el 2022.
Esta cuestión no es baladí, y para evitar problemas con las dimensiones de los productos transportados, algunos fabricantes están optando por construir los mismos por piezas, una tendencia que no es nueva pero que continúa en alza. En el caso de la energía eólica, determinadas compañías están fabricando las turbinas por piezas, para que puedan ser transportadas en contenedores y para que sean montadas posteriormente en la ubicación de destino.
Otro factor a tener en cuenta en este 2023 y en los ejercicios posteriores, como no podía ser de otra manera, es la sostenibilidad. La voluntad de transportar estas cargas de una manera más respetuosa desde el punto de vista medioambiental es cada vez mayor, y este aspecto puede convertirse en un factor diferenciador respecto al resto de operadores logísticos.
Por último, la cada vez mayor especialización en las tareas -en la que además los clientes cada vez realizan menos funciones- supone un reto para las empresas, en el sentido de que van a tener que ajustarse todavía más a cada proyecto de carga o a cada situación en particular.