Los camioneros, atrapados de nuevo en La Junquera

La frontera en La Junquera, en la AP7, ha sufrido un colapso circulatorio que ha atrapado a más de 20.000 camiones, además de automóviles y todo tipo de vehículos. Se trataba de una protesta de corte político, en donde se ha levantado un escenario para celebrar un concierto del rapero Valtònyc y otros que se sumaron de forma espontánea. El problema, con ser grave, no fue mayor por ser el 11 de noviembre festivo en Francia. No obstante, habrá que estar atento a posibles movilizaciones convocadas para los dos próximos días

Desde el Servei Català de Trànsit (SCT) se ha intentado desviar a los atrapados a través de la salida 3 de la autopista AP-7 en sentido norte en La Junquera, que se encuentra en el punto kilométrico 20 de la citada vía. Para conseguirlo, levantaron las cadenas que separan los dos sentidos para tratar de derivar a turismos y camiones en sentido sur con el fin de volver a circular y tomar el desvío que les puede llevar a la carretera N-II por donde pueden seguir el itinerario previsto.

Más de 20.000 camiones, atrapados en La Junquera

La Confederación Española de Transporte de Mercancías (Cetm) ha señalado que “una vez más observa perplejo” como el Gobierno “no se toma en serio” sus avisos sobre bloqueos como el ocurrido este lunes en la autopista AP7, en La Junquera. La patronal reitera que los transportistas vuelven a estar bloqueados y sin posibilidad de realizar su actividad “con normalidad, con el coste económico y social que esto supone”, 55 euros por hora. Añade en una nota que no se valora al transporte con la importancia que tiene como motor de la economía  y que los manifestantes “saben el daño que ocasionan bloqueando las carreteras cada vez que tienen ocasión”, apunta.

Por su parte, FENADISMER ha critica la “actitud pasiva y de connivencia” del Gobierno de Cataluña y pidió que “levantase” con carácter temporal la actual  prohibición de que los camiones circulen por la carretera nacional para evitar que se queden bloqueados en la autopista sin que tengan posibilidad de abandonarla a través de una vía alternativa, bajo sanción de 500 euros, convirtiendo a los transportistas en auténticos “rehenes” de las movilizaciones.