La “estrategia cluster” ha sido una pieza fundamental del desarrollo económico vasco en los últimos años, apoyada sin fisuras por las administraciones de turno. Las 16 agrupaciones reconocidas por la estrategia vasca se han reunido en el Observatorio de Coyuntura Industrial (OCI) con el equipo de Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, apoyada por el viceconsejero de industria, Javier Zarraonaindia, y el director general de la SPRI, Aitor Urcelai. El Observatorio analiza los resultados del pasado semestre y las perspectivas para los próximos seis meses.
El encuentro, celebrado en las instalaciones de BEC, ha recogido los datos del periodo que va de octubre del 2020 hasta el pasado mes de marzo, y vislumbra las expectativas de la industria vasca hasta septiembre de 2021, ofreciendo una “fotografía optimista” ya que el 80% de los sectores esperan mantener o mejorar en todos los aspectos analizados: la facturación, la cartera de pedidos, el empleo, las exportaciones y la inversión en I+D+i.
Los sectores que participan en el Observatorio de Coyuntura Industrial representan a la mayor parte de la industria vasca: aeronáutica, alimentación, automoción, biosalud, construcción, energía, equipamientos ferroviarios, fundición y forja, hábitat, madera, oficina y contract, industrias marítimas, medio ambiente, papel, productos e instalaciones siderúrgicas, tecnologías avanzadas de fabricación, TEICs y conocimiento, y transportes, movilidad y logística
Aunque hay diferencias entre unos y otros en su evolución y las perspectivas de futuro, hay varios aspectos que se repiten de manera generalizada. Por un lado, la mayoría de clusters coinciden en que el ritmo de las vacunaciones genera cierta incertidumbre en el mercado e influye de manera directa en sus expectativas. Asimismo, se evidencian cambios en todos los sectores que apuntan a un aumento importante en el grado de digitalización, además de la transición energética-ecológica.
Optimismo en las exportaciones
Todos los parámetros que se han medido apuntan a unas cifras en positivo. En la cartera de pedidos, las perspectivas a seis meses son positivas. Más del 80% de clústeres esperan que se mantengan o mejoren. Las perspectivas de mejora se basan en un escenario de recuperación de la apertura de mercados. En algunos sectores no se prevé recuperar los niveles pre-pandemia antes del año próximo, o algunos incluso hasta el 2024.
En cuanto a exportación, las perspectivas apuntan hacia el optimismo. Más del 80% espera mantener o mejorar en el próximo semestre después de un 2020 en que las cifras no resultaron positivas para la mitad de los sectores. Las exportaciones están creciendo, gracias, en parte, por la buena gestión durante la pandemia en algunos mercados como China o EE UU.
En la facturación, los resultados han sido dispares. Hay siete clusters que han experimentado un descenso en el último semestre, mientras que uno de cada tres ha mejorado. Eso sí, para casi todos los sectores las perspectivas para los próximos seis meses son positivas, y más del 80% espera mantener o mejorar la facturación.
El factor del empleo se mueve en parámetros similares, incluso algo mejores que los anteriores. La mayoría de clusters lo han mantenido o incrementado, y las expectativas para el próximo semestre son unánimes: se espera seguir en la misma línea o aumentar las plantillas. De todos ellos, los sectores que esperan una evolución más favorable son Biosalud, Energía y TEICs. En concreto, se aprecia una oportunidad de empleo a medio plazo en la logística asociada a la Energía y Medio Ambiente. Por otro lado, se menciona la escasez de personas cualificadas como una traba para crecer en cuestiones como transición digital y ecológica.
La I+D+i es un elemento fundamental en la economía vasca, y su evolución explica algunas de las tendencias. La mayoría de los clusters (10 de 16) han mantenido las inversiones durante los seis últimos meses, a pesar de la pandemia, e incluso algunos las han aumentado. Y de cara a este próximo semestre las perspectivas son aún más positivas, puesto que 15 de 16 sectores esperan mantener o mejorar la actividad innovadora. En concreto, se apunta a iniciativas relacionadas con el programa Euskadi Next, la transición digital y ecológica, el hidrógeno y otros.

Por sectores
El sector de transporte, movilidad y logística, esencial durante la crisis del Covid-19, se ha visto afectado por las restricciones a la movilidad, pero confía en la recuperación. Vive un cambio de paradigma con un claro impulso de la digitalización, según observan desde BCLM (Basque Cluntry Logistics & Mobility). Este año permanece a la expectativa con la evolución del Brexit.
Por su parte, en el sector de industrias marítimas, los astilleros vascos viven un buen momento, con siete nuevos contratos firmados en 2020, que les garantiza carga de trabajo hasta 2023. El Foro Marítimo Vasco, que sí acusó los efectos de la crisis el año pasado, observa una paulatina reactivación este año y una lenta pero constante recuperación los dos años próximos.
En el campo de la aeronáutica, la caída de la demanda de tráfico aéreo y las bajas perspectivas de reactivación a nivel mundial han frenado la producción de la industria aeronáutica, que es el sector vasco más afectado por la pandemia, al igual que en el resto del mundo. La recuperación, según el cluster Hegan, vendrá cuando se recupere la normalidad en cuanto a tráfico aéreo.
Otros clusters
El cierre del canal Horeca durante la pandemia ha afectado al sector, representado por el Clúster de Alimentación de Euskadi. En términos de facturación, la cadena alimentaria vasca cayó un 13,6% con respecto a 2019. La recuperación llegará este año, con un crecimiento de 8,1 a 15 puntos. Eso sí, se detecta un aumento de la presión competitiva en el sector, por lo que existe riesgo de “guerra de precios”.
En el cluster de la automoción, Acicae, predomina el sentimiento de incertidumbre sobre el futuro, en función de cómo avance la pandemia. Aun así, las perspectivas son positivas, con mercados como el americano que invitan al optimismo. Un elemento que también se observa es la tendencia en el sector a acercar a sus suministradores, lo que obliga a proveedores vascos a realizar inversiones no previstas en mercados destino.
El Basque Health Cluster, dedicado a la Biosalud, aprecia un crecimiento desde el segundo semestre y una tendencia ascendente gracias a que se han abierto los mercados internacionales. Este nicho joven de la economía vasca seguirá aumentando el empleo y la I+D. Ya este año ha visto un incremento notable de inversiones mediante rondas de financiación. En lo referido a la construcción, el sector ve indicios de crecimiento después de una fase en la que las empresas se han mantenido estables en cuanto a facturación.
Desde el Cluster de Energía de Euskadi se ve la realidad de forma distinta según cada subsector. Así, en eólica se ha aguantado bien durante la pandemia y se espera un fuerte impulso global gracias a la transición energética, sobre todo en Europa. A la solar le ha afectado algo más la crisis en el 2020, pero tiene sólidas perspectivas de recuperación. El cluster ferroviario, recuerda que sus expectativas para 2020 eran excelentes, pero se rebajaron con la pandemia. No obstante, los contratos no se han paralizado y Euskadi sigue siendo un territorio potente al representar el 40% del conjunto del sector.

Fundición y forja, observaron en el semestre anterior un crecimiento, no tan pronunciado como se esperaba, pero se ha aumentado en exportación. Se confía en un crecimiento del empleo, y las empresas están preparando nuevos proyectos basados en la economía circular. Por su parte, el cluster Habic, dedicado a hábitat, madera, oficina y contract, observa una ralentización en nuevos pedidos y un descenso en la facturación a primeros de año. Por el contrario, hay un mayor dinamismo en las exportaciones a Europa y Estados Unidos.
En lo referido al medio ambiente, es uno de los que más luz ve en el futuro próximo. Desde Aclima han detectado una tendencia positiva en el último semestre y una previsión de crecimiento sostenido para el futuro próximo. Hay numerosos proyectos que impulsan el mercado (el Green Deal europeo o las inversiones públicas, entre otros). Por su parte, convertirse en sector esencial ayudó a las empresas del papel durante el confinamiento. Después se ha ido compensando la demanda, la facturación y la producción, hasta estabilizarse por debajo de lo esperado. No se espera recuperar en el 2021 todo lo perdido el año pasado. En cualquier caso, desde el clúster consideran que, gracias a las fuertes inversiones realizadas, el empleo ha crecido.
El sector siderúrgico se recuperó en cuanto a pedidos en el último cuatrimestre del 2020, en parte por las medidas de estímulo. Se prevé que el impulso alcista del mercado continúe en los próximos meses. No obstante, ha habido un descenso de exportaciones (12% en estos últimos meses) y empleo. En cuanto a la fabricación avanzada, el año pasado terminó con cierto dinamismo para este sector liderado por el clúster AFM junto con Eskuin, Invema y Addimat. Aun así, la facturación descendió más del 20% en el conjunto del 2020. Para el próximo semestre se espera una recuperación lenta. La máquina herramienta sí ha mantenido el empleo y sigue apostando por la I+D+i. La recuperación se espera que sea notable, sabiendo que el punto de partida es bajo. El subsector de la ferretería y los suministros industriales ha acabado bien el año pasado y se espera que 2021 sea un buen año.
Finalmente, las empresas de tecnología y conocimiento en su conjunto han mantenido la facturación en la pandemia con respecto al año anterior. Este sector representado por el clúster Gaia (acompañado por Basquegame, Cybasque y Eiken) tiene buenas expectativas de futuro al verse beneficiado por las tres transiciones promovidas por Europa y el Gobierno Vasco. El empleo ha crecido en torno al 1% y la I+D, un 7%.