La Autoridad Portuaria de Bilbao ha querido “dar la cara” para presentar el balance de tráficos de 2020 “un año pésimo sin paliativos”, según el presidente de la APB, Ricardo Barkala, unos datos que hacen retroceder a la infraestructura vizcaína a datos de 2013.
Así, el puerto de Bilbao perdió la cota de los 30 millones de toneladas, y movió un total de 29,5 millones de toneladas, un 16,7% menos que en el 2019, con un descenso de 5,9 millones de toneladas y pasando del cuarto al sexto puesto del sistema portuario nacional. También el descenso porcentual dobla la media de Puertos del Estado, que se quedó en un 8,8%.
Barkala: “La huelga de la estiba ha hecho mucho daño al puerto a las empresas”
Las razones esgrimidas por el presidente del puerto bilbaíno son principalmente dos: la afección de la pandemia, por un lado, y la “increíble” huelga de la estiba, de una duración “impensable” que ha hecho “mucho daño” tanto a las toneladas como a las empresas vinculadas. Desde los clientes hasta los operadores, pasando por los servicios técnicos del puerto, todos “están pasando una muy mala situación”.
Fuga de cargas
Barkala señaló que la pérdida en la carga líquida, de 2,7 millones de toneladas, se ha debido directamente a la bajada de la demanda ocasionada por las restricciones a la movilidad. En lo referido a la carga seca, cifrada en 3,2 millones de toneladas, el presidente de la APB achacó una parte al efecto Covid (9% del 22% total), pero cifró en un 13% la pérdida directamente vinculada a los 57 días de huelga de la estiba y calificó como una “fuga hacia otros puertos” del tránsito de siderúrgicos, en busca de una cadena logística más segura.

Ricardo Barkala se ha mostrado muy crítico en repetidas ocasiones con las reiteradas amenazas de huelga y con el desarrollo final de la misma, considerando que ahora las partes se han dado cuenta del “gran error” cometido. En su opinión, se trata de un servicio que no estaba bien valorado y que el problema “es general” en todos los puertos. En estos momentos sólo pide que el proceso “no se cierre en falso” y que en el proceso “hayamos aprendido algo” con el uso “improcedente” de una huelga que ha llevado a la emigración de las cargas: “costará que vuelvan”, dijo Barkala.
Menos contenedores
En el 2020, los tráficos han estado influenciados, principalmente, por la crisis causada por la pandemia, que ha originado entre otros la caída de la demanda de productos petrolíferos. No obstante, la evolución del año, hasta el mes de junio, pese al efecto de la pandemia, el puerto tenía un descenso contenido, por debajo de la media de los puertos del Estado.

Los tráficos que más han sufrido son, por un lado, el crudo de petróleo y fuel-oil por la falta de demanda de combustibles, que ha llevado a Petronor, el principal cliente del puerto, a parar una de sus dos unidades de producción, lo que ha reducido en un 40% su capacidad para procesar petróleo. Por otro lado, hay una caída importante de los productos siderometalúrgicos por la crisis y por preavisos y huelga de estiba. También es reseñable el peso que va tomando el gas en el puerto vasco que con 3,8 millones de toneladas supone el 13% del total.
Reino Unido sigue siendo el principal mercado y con el Brexit se prevé atraer nuevo tráfico que ahora utiliza la carretera
El número de contenedores baja del medio millón, con una reducción del 22,7%, hasta los 485.776 teus, mientras que las toneladas transportadas caen un porcentaje similar y suman 5,2 millones. Reseñar que el número de contenedores reefer alcanza las 35.570 unidades, con un incremento de casi un 85%.
En otro orden de cosas, Bilbao se consolida como puerto exportador puesto que si las importaciones suponen el 66% del total, una vez aislados los líquidos, las exportaciones suponen el 54% del tráfico, cifra similar a la de 2019.
Reino Unido sigue siendo el principal mercado del puerto de Bilbao y Bilbao la principal puerta del comercio entre España y este país. Si antes del Brexit el 66% del tráfico era con terceros países, tras el Brexit, pasa a ser el 76%.
En cuanto al número de buques, en el 2020 se registraron 2.338 escalas, 480 menos que en 2019; y la caída en picado del pasaje que se explica por las reducciones a la movilidad debido a la pandemia. El ferry suma 45.583 pasajeros y reduce sus tráficos en un 56% y no se ha permitido el atraque de cruceros.
Claves de la recuperación
Los números del 2020 son malos pero para el 2021 se espera una recuperación y un “buen año, pero no excelente”. Para acelerar esta recuperación, la APB se va a centra en siete puntos clave: la recuperación de la actividad económica; un servicio de estiba flexible, competitivo y eficaz; una nueva política comercial; la apuesta por la digitalización, la innovación y la sostenibilidad; aprovechar las oportunidades que brinda el Brexit; ganar en calidad en las infraestructuras y servicios; y, por último, en las ayudas e inversiones de la propia Autoridad Portuaria.
En este punto, pese al descenso de los tráficos y la facturación, la Autoridad Portuaria continua con su plan de inversiones al objeto de, por un lado, responder a las necesidades operativas del Puerto a corto, medio y largo plazo; y, por otra parte, colaborar a la reactivación económica del sector privado a partir de las inversiones a realizar por las administraciones públicas. No obstante, debido a la Covid-19 y a trámites administrativos que se han prolongado más de lo previsto, algunos proyectos llevan retraso en su ejecución o licitación.

En concreto, son seis las principales obras en ejecución o previstas en este ejercicio: la urbanización de la primera fase del Espigón Central, que abarcará 201.399 metros cuadrados. La obra, ya en ejecución, cuenta con presupuesto de 8,5 millones de euros y finalizará en otoño del 2021; la ampliación del muelle AZ1, que generará 50.000 metros cuadrados de superficie y una línea de muelle de algo más de 200 metros lineales y 21 metros de calado para acoger nuevos proyectos. Las obras se licitarán esta primavera por un importe de 29 millones aproximadamente; el nuevo acceso rodado a la ZAD 2, adjudicado por un importe de 4,2 millones de euros y que estará operativo a finales de año; el acondicionamiento estructural de pavimento en el muelle A2, por un importe entre 15 y 20 millones de euros, que se licitará en otoño; el muelle de Emergencias, al abrigo del dique-muelle de Punta Sollana, por un importe de 1,17 millones de euros y que estará listo a finales de año; y el refuerzo estructural de viaducto en la N644, por un importe de 1,9 millones, que se iniciará en primavera de este año, con un plazo de ejecución estimado de 9 meses.
Datos económicos
El balance económico del puerto de Bilbao también acusa el descenso en la cifra de negocio, que ha ascendido a 58,9 millones frente a los 69,3 millones de 2019, lo que representa una reducción del 14,9%. Este descenso en la facturación de 10,3 millones es debido al menor volumen de tráficos portuarios, así como a las medidas de apoyo económico a concesionarios y usuarios aplicadas por la Autoridad Portuaria en 2020. Concretamente, se han adoptado descuentos en tasas de ocupación, actividad y buque por importe total de 2,8 millones, dentro de las posibilidades que proporcionó el Real Decreto Ley 26/2020, dando apoyo a las empresas que han experimentado una mayor caída de actividad y a la totalidad de aquellas que han reunido las condiciones necesarias para acceder a las mismas.
Por otra parte, la Autoridad Portuaria de Bilbao ha concedido aplazamientos en tasas, sin intereses ni garantías, por importe total de 22,8 millones y reducido el plazo de pago a proveedores, con un impacto financiero adicional de 1,5 millones,entre. Por tanto, se han aplicado rebajas por un total de 2,8 millones de euros y medidas de inyección de liquidez por un valor de 24,3 millones.
Los recursos generados (Ebitda) han alcanzado los 25,5 millones de euros
Estas medidas coyunturales de apoyo económico, aprobadas con ocasión de la pandemia del Covid-19, complementan las medidas estructurales que se vienen aplicando conforme a lo dispuesto en el Plan Estratégico en vigor y que están suponiendo un ahorro anual a concesionarios y usuarios de 4,4 millones de euros, con la rebaja del 10% en la tasa a la mercancía (T3) y la nueva valoración de terreno y lámina de agua.

Si bien la propia Autoridad Portuaria ha resultado afectada en sus ingresos por la pandemia y posteriormente por la huelga, se ha entendido que, dentro de sus posibilidades, debía “priorizar la actividad y empleo de la comunidad portuaria”, aunque ello supusiera realizar un esfuerzo adicional interno de optimización de la gestión y reducción de gasto. A decir de Barkala, “este esfuerzo y refuerzo económico sale de nuestro propio riñón”.
En otro orden de cosas, en el ejercicio 2020 se han cancelado anticipadamente 10 millones de deuda bancaria en el Banco Europeo de Inversiones. De esta manera, la deuda bancaria neta al cierre del ejercicio se sitúa en 33,1 millones, 1,30 veces Ebitda dentro de los límites del marco financiero de la Autoridad Portuaria. Así se mantiene un perfil de endeudamiento medio-bajo que ha permitido implementar con recursos propios estas ayudas sectoriales en este momento de mayor dificultad, gracias a su autonomía financiera y de gestión. La transferencia en la gestión, largamente esperada y negociada entre el Gobierno Vasco y el Central, tiene en octubre su punto de arranque, si bien, complicaciones técnicas y burocráticas” podrían llevarla más allá de final de año.
En el capítulo de ingresos, hasta el momento, se han cobrado 8,8 millones de la Comisión Europea, en el ámbito del programa de ayudas CEF 2015 Connecting Europe Facility, correspondientes a la obra de la primera fase del Espigón Central.