El barrio de La Marina y el puerto de Barcelona se han reencontrado hoy en el Faro del Llobregat, más conocido por los vecinos de la Zona Franca como la “Farola”, un espacio que fue su playa y lugar de ocio hasta que fue ocupado por terreno portuario.
La mañana del viernes se convirtió en un acto de recuperación de la memòria histórica de los vecinos de La Marina. Con fotos en blanco en negro en mano y visiblemente emocionados, rememoraron recuerdos de los baños en una playa que consideraban suya y que les servía para relajarse y para que jugaran los niños fuera del habitual entorno urbano.
La visita al renovado Faro del Llobregat ha sido iniciativa de José María Pérez, vecino de La Marina y extransportista del puerto de Barcelona, que se ha propuesto recuperar la “Farola” como espacio de encuentro y de actividades para los vecinos de La Marina.
“Las playas de Cant Tunis fueron lugar de ocio y baño durante mucho tiempo para los vecinos de La Marina, que después cederían su paso al actual DSS1 puerto”, explica José María Pérez. “La idea es crear vínculos con el puerto y trabajar para que la ‘Farola ’recoja la historia del barrio y para conseguir beneficios como la obertura laboral de las instituciones a vecinos y vecinas”.
“Además -continúa Pérez- este año con el apoyo del puerto de Barcelona hemos celebrado la procesión de la Virgen del Camen por tercera vez consecutiva después de 65 años de no hacerlo. Iniciativas como esta son citas que forman parte de un largo camino por recorrer”.

“La proximidad de estructuras e instituciones como el puerto, el polígono dela Zona Franca o Mercabarna han de reportar a nuestro barrio beneficios sociales, y no solo inconvenientes. Esperemos que tanto el puerto como el Ayuntamiento estén a la altura de un barrio ejemplar como el nuestro”, concluye José María Pérez.
En su intervención de hoy, la presidenta del puerto de Barcelona, Mercè Conesa, ha agradecido la participación de los vecinos en la visita y ha recordado que “los barrios de La Marina y de la Zona Franca han sido protagonistas históricos en el desarrollo del puerto de Barcelona, que este año celebra sus 150 años y se ha situado entre los más importantes de Europa”. Conesa también ha manifestado el compromiso del puerto con Barcelona y los ciudadanos “de proteger el patrimonio portuario, que es de todos” y ha puesto como ejemplo la reciente remodelación del Faro del Llobregat. Finalmente, la presidenta del puerto ha reconocido a los vecinos y vecinas de La Marina “que facilitaran poder llevar a cabo la necesaria ampliación de nuestro puerto, que genera hoy tantos puestos de trabajo”

La presidenta del puerto catalán finalizó su intervención haciendo énfasis en “la necesidad de mirar al futuro, recordando el pasado” y aseguró a los vecinos de La Marina que el “vínculo que tuvisteis con el puerto de Barcelona no volverá a perderse”.
Operativo desde el 1852
El Faro del Llobregat se encendió por primera vez el 1 de marzo del 1852 y fue el segundo al entrar en funcionamiento en el Estado español dentro del Pla de Alumbrado de Costas y Puertos del año 1847, que configuró la mayor parte de faros y señales marítimas de las costas españolas. En esta época el faro, que tiene una altura focal de 32 metros sobre el nivel del mar, indicaba la posición de los bajos fondos de la desembocadura del río Llobregat y la proximidad del puerto de Barcelona, situado pocos kilómetros más al Norte.

Las sucesivas ampliaciones del puerto, que comportó el desvío del Llobregat y del perímetro Sur de la infraestructura dos kilómetros al Sur, han ido rodeando el Faro del Llobregat de terminales y empresas portuarias y hoy se encuentra ubicado ante el canal principal de la bocana Sur.