Los vectores del cambio

Blanca Guitart

Directora de FETEIA

La irrupción de la crisis sanitaria mundial provocada por el Covid ha producido tal impacto en nuestras sociedades, a todos los niveles, que nos ha puesto frente a un espejo que nos devuelve la imagen de una nueva perspectiva

En estos últimos meses hemos escuchado en numerosas ocasiones expresiones que pueden parecer tópicos. Afirmaciones como “estamos en un periodo de cambios, de incertidumbres y de situaciones que nunca habíamos tenido que gestionar en la época moderna” lo parecen, pero ciertamente son realidades aplastantes. La irrupción de la crisis sanitaria mundial provocada por el Covid ha producido tal impacto en nuestras sociedades, a todos los niveles, que nos ha puesto frente a un espejo que nos devuelve la imagen de una nueva perspectiva. Perspectiva que va a acelerar muchas de las tendencias que ya estaban en las agendas políticas y las estrategias empresariales. Quisiera en este breve artículo expresar mi punto de vista sobre los vectores que considero serán los esenciales y catalizadores de la nueva realidad social y económica que viene.

El primero de esos vectores se concreta en los cambios de paradigma impulsados por la revolución tecnológica. Poco se podían imaginar los pioneros de Internet, como Tim Berners-Lee, cuando sentó las bases de la World Wide Web, hasta dónde llegarían sus trabajos. Hoy en día es difícil encontrar un solo modelo de negocio o empresa que pueda prescindir de estas tecnologías si aspira a hacerse un hueco en cualquier mercado, por más local que sea el enfoque. Aunque en este año 2020 ya estamos en otro estadio tecnológico superior y los nuevos hitos se llaman blockchain, Internet de las cosas (como lo es la impresión 3D), inteligencia artificial, entre otros. Las transformaciones impulsadas por estas innovadoras tecnologías comportarán cambios radicales en la organización del conocimiento, en los procesos cognitivos del ser humano y en las organizaciones. Nadie duda que el uso intensivo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, de última generación, han llegado para quedarse. Desde FETEIA-OLTRA nos hemos propuesto apostar decididamente por el impulso del desarrollo intensivo de estas nuevas tecnologías en nuestro sector. Sin ir más lejos, nuestro pasado Congreso celebrado en Gijón giró en torno a la integración del blockchain en la cadena logística. A raíz de dicho congreso se creó la comisión de nuevas tecnologías en nuestra federación, que ya ha participado en destacadas iniciativas en este ámbito.

Estos nuevos escenarios económico-sociales han impulsado la demanda de servicios logísticos y esta tendencia sin duda se va a consolidar. Es por ello que las organizaciones empresariales del sector logístico, como lo es FETEIA-OLTRA, están destinadas a jugar un papel estratégico fortaleciendo la posición de sus asociados y divulgando entre todos los actores económicos el valor que aportan las empresas transitarias para lograr sus objetivos empresariales y para el fortalecimiento de todo el sistema logístico español. Este es el ADN de nuestra organización.

Desde FETEIA-OLTRA nos hemos propuesto apostar decididamente por el impulso del desarrollo intensivo de estas nuevas tecnologías en nuestro sector

Otro de los grandes vectores de desarrollo, que ya es una realidad y que está cogiendo fuerza en la agenda mundial, es el conocido como Green Deal, el acuerdo para avanzar hacia sistemas económicos climáticamente neutros. La conciencia de que debemos dar pasos en firme para preservar el planeta en el que vivimos ya no tiene vuelta atrás. Aunque todavía existen grandes potencias y conglomerados de poder que son reticentes (la administración Trump era un ejemplo destacado). Esa apuesta por la economía “verde”, que hasta hace bien poco se veía como minoritaria o propia de sectores de la sociedad muy identificados con la ecología, va calando en todos los estratos sociales y económicos. Y en este contexto la transformación energética es el eje del cambio. En el 2020 ya es más económico producir energía mediante fuentes renovables que usando cualquiera de las fuentes contaminantes, especialmente las “carbonizadas”. La energía solar fotovoltaica y la eólica están plenamente maduras y creciendo en el mix energético mundial año tras año. Sólo tienen que ojear brevemente a través de Google y detectarán que las grandes empresas energéticas mundiales han captado el mensaje y la energía “verde” está en el centro de sus estrategias. Sin ir más lejos hay un dato que puede parecer anecdótico, pero es un mensaje claro de esta tendencia: la compañía energética americana Next Era Inc, que es el mayor proveedor mundial de energía solar y eólica, en el pasado mes de octubre, tuvo un valor bursátil superior a ExxonMobil, la petrolera que alguna vez fue la empresa con más valor del mundo. O que la empresa automovilística Tesla supere en valor ampliamente a Toyota, que es el primer fabricante mundial de coches, con mucha diferencia. Otras energías como la del hidrógeno verde –producción de hidrógeno a partir de fuentes renovables– son el próximo reto. “Descarbonización y electrificación” son expresiones casi ya comunes en las conversaciones triviales. Y en este contexto, para afrontar el reto climático, una vez más, la logística estará en primera línea y en los próximos años veremos cómo los nuevos combustibles se impondrán en el transporte.

“Descarbonización y electrificación” son expresiones casi ya comunes en las conversaciones triviales. Y en este contexto, para afrontar el reto climático, una vez más, la logística estará en primera línea y en los próximos años veremos cómo los nuevos combustibles se impondrán en el transporte

Y no quiero finalizar estas líneas sin hacer referencia a otra realidad que va a suponer otro reto. Como mujer y parte del mundo logístico desde hace más de 25 años, siento que todavía estamos muy lejos de normalizar la presencia de la parte femenina del sector en posiciones de alta responsabilidad. Probablemente sea un reflejo de lo que ocurre en todos los ámbitos de la sociedad, pero ese “techo de cristal” es especialmente acusado en nuestro sector. Aunque es cierto que cada vez hay más mujeres, nuestro entorno profesional ha sido históricamente muy masculino. Ellos siguen siendo los protagonistas en las principales compañías nacionales e internacionales. No podemos decir que la presencia femenina no haya sido relevante, pero en demasiadas ocasiones se ha circunscrito a responsabilidades administrativas o complementarias. Es responsabilidad de todos los integrantes del sector romper esta dinámica. Somos generadoras de nuevas ideas, somos parte de la sociedad, y aportamos un punto de vista dinámico a los proyectos. Y el sector no puede permitirse el lujo de prescindir de nuestro talento, del talento de una parte de esta sociedad. Empresas de transporte, operadores logísticos, transitarias, representantes aduaneros y todos los integrantes de la familia logística deben avanzar en esta dirección.

Ese es el reto: que las mujeres ocupemos el sitio que nos corresponda, siempre por méritos propios, en la zona superior de la cadena de mando de las empresas e instituciones.

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