El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha tomado rápidas decisiones para intentar paliar el error detectado en la construcción de los trenes de ancho métrico de Asturias y Cantabria. La ministra Raquel Sánchez se ha reunido de urgencia con los presidentes autonómicos Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla y, juntos, han tomado decisiones en positivo y también han anunciado cambios.
La ministra anuncia el nombramiento de un “comisionado”
En la comparecencia tras la reunión al más alto nivel, la ministra anunció el nombramiento de un “comisionado”, un interlocutor directo, responsable del desarrollo del proceso para poner nuevos trenes en las vías métricas del Cantábrico. Hasta entonces, Raquel Sánchez ha comprometido, en un acuerdo firmado por las tres partes, inversiones que mejoren el transporte ferroviario. Así, se van a remozar y modernizar las actuales unidades para alargar su vida útil en mejores condiciones.

También contempla la extensión de la aportación económica en vigor para mantener la gratuidad de las cercanías ferroviarias en Cantabria y Asturias más allá del 31 de diciembre de 2023. Para ello, el Mitma habilitará en los Presupuestos Generales del Estado distintas partidas económicas destinadas a la financiación del sistema de transporte público de las dos comunidades, que permitirán aplicar las correspondientes bonificaciones y mejoras en la prestación del servicio.
El protocolo, que contempla unas inversiones de 1.100M€, recoge la integración tarifaria de Cercanías convencional y de ancho métrico, de modo que se crea una oferta integrada de transporte para que los viajeros puedan utilizar el mismo título para viajar indistintamente en las líneas de ancho convencional y ancho métrico.
Además, anunció la ministra la creación de un grupo de trabajo, que intentará acelerar en lo posible la entrega de los trenes, y también avanzó una auditoría para saber “como, cuando y donde” se produjo el error que les ha costado el cargo al presidente de Renfe, Isaías Táboas, y a la secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, quienes han dimitido de sus cargos.

En la misma línea de intervención rápida, Raquel Sánchez ha llevado al Consejo de Ministros el nombramiento de Raül Blanco como nuevo presidente de Renfe y la designación de David Lucas como secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Los perfiles
Raül Blanco es licenciado en Economía y fue secretario general de Industria y Pyme hasta finales del año 2022, momento en el que fue relevado de su cargo tras la polémica por el retraso del Perte del coche eléctrico. Entre otros cargos, ha desempeñado el de director de Desarrollo Económico y Empleo en el Ayuntamiento de l’Hospitalet de Llobregat y gerente de Estrategia Industrial en la Generalitat de Cataluña, donde trabajó con el presidente de Renfe saliente.

Por su parte, David Lucas es doctor en Derecho y desempeñaba hasta ahora el cargo de secretario general de Agenda Urbana y Vivienda. Anteriormente fue senador por Madrid en la XII legislatura, alcalde de Móstoles y portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid y teniente-alcalde de Getafe.
También ha sido presidente de la delegación española en el Congreso de Poderes Locales y Regionales del Consejo de Europa, así como de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Federación Española de Municipios y Provincias, responsable de la implementación de la Agenda 2030 en los municipios españoles.
Reparar el agravio
En la comparecencia de Sánchez, Barbón y Revilla hubo un hilo conductor en torno a las políticas de “reparar el agravio” cometido. Así, se recogió que el fiasco actual viene a agravar la situación de falta de inversiones en las últimas décadas en la red de ancho métrico (la antigua FEVE). En palabras de Barbón, los trenes asturianos tienen una antigüedad media superior a 30 años y algunos superan los 40 años de vida útil. Con el compromiso alcanzado ahora, los trenes para Asturias pasan de 9 a 17, equilibrando el reparto de nuevas unidades.
Cabe recordar que en el 2020 se adjudicó a la constructora CAF un contrato de 30 trenes, ampliable a 7 más, con destino a Cantabria (21 unidades) y Asturias (9 unidades). Ahora, y sin modificar la adjudicación, se construirán los 37 trenes. Según se comunicó en la comparecencia, en verano se aprobará el diseño de los nuevos trenes, unidades que se comenzarán a construir a finales de año o principios del 2024. La previsión es que las primeras unidades se comiencen a entregar en el 2026, con dos años de “retraso injustificable” según apostilló el presidente cántabro Revilla, quien considera “increíble e inasumible” que nadie comunicase el error en las medidas de los trenes, a pesar de existir un informe al respecto desde 2021.

No está claro cuando se emitió el informe -será la auditoría quien lo esclarezca- si durante el mandato del anterior ministro, José Luis Ábalos, en el mandato de la actual ministra, Raquel Sánchez, o en el período de cambio. Este podría ser el motivo del “olvido” de este informe. En todo caso, todas las partes concernidas se muestran de acuerdo en que “no ha habido mala fe” y en que tampoco ha habido “perjuicio económico”, puesto que los trenes nunca se llegaron a construir. El perjuicio se circunscribe a un retraso de dos años en la puesta en marcha de los trenes y a la destitución-cese de cuatro cargos, dos técnicos y dos políticos, en el Ministerio.