La naviera japonesa Mitsui O.S.K. Lines (MOL) y el constructor naval Oshima Shipbuilding han concluido el sistema de vela rígida, desarrollado conjuntamente en el marco del proyecto Wind Challenge.
MOL ha promovido el proyecto Wind Challenger para aprovechar el viento como fuerza de propulsión para los buques mercantes. La potencia de propulsión adicional procedente del viento puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de un buque en un porcentaje estimado entre el 5% y el 8% en comparación con los buques convencionales de la misma clase.
Según se ha comunicado, la vela rígida se instalará en un bulk carrier que se está construyendo en Oshima Shipbuilding después de las pruebas en tierra. Está previsto que el buque se entregue este otoño tras las pruebas en la mar y transportará cargas para Tohoku Electric Power Co.

El proyecto se inició en el 2009 con el Plan Wind Challenger, un proyecto de investigación conjunto entre la industria y el mundo académico dirigido por la Universidad de Tokyo, y desde el 2013, el equipo ha sido elegido para recibir una subvención en la investigación de tecnologías de próxima generación relacionadas con el medio ambiente marino del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón.
En enero del 2018, MOL y Oshima Shipbuilding se hicieron cargo del plan y ahora desempeñan un papel central en este proyecto.