El puerto de Santander ha iniciado la primera de las muchas celebraciones inaugurales que tiene previsto llevar a cabo a lo largo del año. Si la semana pasada se ponía de largo el nuevo buque de Brittany Ferries, “Santoña”, esta semana se ha procedido a la presentación del nuevo muelle de Maliaño, en el cual tiene previsto realizar sus operaciones este y otros buques.
El muelle es, en realidad, un nuevo elemento construido sobre las ruinas del anterior puesto que los muelles de Maliaño tramos 1 a 7 se construyeron entre 1928 y 1938. Ahora se pone en servicio en sus tramos 1 a 4, dotándolo además de una estación de suministro de GNL para repostar los buques de la línea regular de Brittany Ferries y también otros que consumen este combustible.

Las cifras más relevantes de la nueva infraestructura contemplan un presupuesto de 28.375.000 euros, de los que el muelle ha absorbido 18,65 M€; la rampa roro, 4,9 M€; y la terminal ro-pax, 4,82 millones de euros. Con un plazo de obras de 18 meses se han conseguido 390 metros de línea de atraque con 16 metros de anchura y un calado de 9 metros.
Relevancia institucional
A la presentación de la nueva infraestructura asistieron el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, acompañado por el consejero Javier López; el presidente del puerto de Santander, Francisco Martín; la alcaldesa, Gema Igual; la delegada de Gobierno, Ainoa Quiñones; el director de planificación y desarrollo de Puertos del Estado, Manuel Arana, y una amplia representación de la comunidad portuaria.

Abría la sesión de parlamentos el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Francisco Martín, quien se mostró “orgulloso” de presentar esta nueva infraestructura ya que “era indispensable para garantizar el suministro de gas natural licuado hacer frente al incremento del tamaño de los barcos y, además, mejorar la integración urbana del puerto”.
Para lograr este objetivo, la APS diseñó una hoja de ruta que incluía la reordenación de la zona de los muelles de Maliaño y la Estación Marítima para lo que debía trasladar la terminal de ferries y construir una estación de suministro de GNL y el muelle de Maliaño en sus tramos 1 a 4.
El presidente Martín destacó “el monumental esfuerzo”, no solo económico sino también humano, que han realizado su equipo, las empresas constructoras y los operadores portuarios para concluir esta obra a tiempo”. Y ha extendido este celo a la inversión de 170 millones de euros que “en tan solo dos años” está realizando el puerto para su modernización, la optimización de su espacio y la protección medioambiental y de la bahía con el objetivo de “dar un impulso a sus infraestructuras y ofrecer a las empresas las herramientas necesarias para fortalecer sus negocios”.

En su alocución se puso como meta superar más pronto que tarde la barrera de los 7 millones de toneladas y llegar a un escenario de hasta 9 millones de toneladas en dos o tres años. En este mismo sentido se dirigió el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, al destacar las inversiones que se están realizando en el propio puerto, quien están atrayendo nuevas inversiones privadas, como la nueva terminal de contenedores de Boluda, que “supondrá un incremento de un millón de toneladas”, un número un tanto abultado para los inicios de la terminal que tiene como objetivo mover alrededor de 40.000 teus.
También se refirió Revilla a las inversiones previstas en el Llano de la Pasiega, “situado a 10 minutos del puerto de Santander” y que servirá de pulmón logístico a las instalaciones portuarias que ya no pueden crecer más dentro de la bahía. Finalizó su alocución refiriéndose a las conexiones ferroportuarias y ferroviarias con las líneas de alta velocidad hacia Palencia y Madrid y el desdoblamiento de las vías hacia Torrelavega. Cifró sus esperanzas en relanza la conexión en alta velocidad con Euskadi y el resto de la Cornisa Cantábrica, razón por la cual se refirió a la “cumbre ferroviaria” que el lunes 13 tendrá lugar con los presidentes de Galicia, Asturias y País Vasco.
Además, intervino el director de desarrollo y planificación de Puertos del Estado, Manuel Arana, quien explicó que “esta obra está alineada conforme a los pilares del Marco Estratégico de Puertos del Estado” tanto desde el punto de vista de mejora de la competitividad de las instalaciones portuarias como desde el medioambiental “al ir asociado el muelle con un bunker de GNL que hace a los buques más sostenibles”.
Bunker de GNL
El nuevo muelle de Maliaño ofrecerá una terminal de suministro de gas natural licuado para el uso como combustible marino (bunker de GNL) que Repsol construye en estos momentos y será puesta en marcha en las próximas semanas. Por parte de Repsol, la terminal de bunker de GNL cuenta con un almacenamiento de 1.000 metros cúbicos de capacidad y podrá suministrar a diversos buques más allá del “Santoña”, quien, sin duda, será su cliente más asiduo.

Para la realización del proyecto, incluyendo la construcción del muelle Maliaño, la terminal de bunker de GNL y su logística asociada, se formó un consorcio integrado por la Autoridad Portuaria de Santander, Repsol, ESK y Enagás que cuenta con una subvención de la Comisión Europea dentro del programa CEF-Transport. Este proyecto es parte de la estrategia LNGhive2 que impulsa Puertos del Estado.
Demolición y construcción
El proyecto que ahora ve la luz ha consistido en la demolición del antiguo muelle, construido entre 1928 y 1932, que colapsó parcialmente en 2017, y la construcción de un nuevo muelle ejecutado sobre pilotes que permitirá el atraque de buques ro-ro cargo y buques ro-pax, y ocasionalmente, también de cruceros y de pequeños buques inactivos en su extremo Sur.
Las obras incluyen, además, del muelle, una rampa flotante para mercancía rodada y una terminal para pasajeros y carga rodada. Esta actuación ha servido para trasladar a Maliaño 1-4 las líneas regulares de ferries, liberando el muelle de Bloques y la Estación Marítima para el atraque de cruceros. Aunque las cifras actuales apuntan a que el puerto de Santander atraerá este año entre 15 y 17 cruceros, el puerto de Santander aspira a que pronto este número pueda ascender a la treintena de unidades.