La ocupación media de los almacenes frigoríficos crece hasta un 80, 85% durante el segundo trimestre de este año, con Canarias a la cabeza.
La ocupación media en de los almacenes de productos congelados en España en abril-junio ha sido ligeramente superior a la del primer trimestre del 2022 (79,54%). La facturación estimada del total del sector es de 88,6 millones de euros, según el Observatorio del Frío de ALDEFE (Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España).
Todos los indicadores continúan con una tendencia alcista y muestran el dinamismo del sector. Por regiones, Canarias reporta un 100% de ocupación de sus almacenes frigoríficos. Respecto al trimestre anterior, las variaciones más significativas tienen lugar en la Comunidad Valenciana, que pierde casi tres puntos porcentuales, y en la zona Centro que, en este caso, muestra un aumento de más de tres puntos.
El reparto por categorías de los productos almacenados en frigoríficos demandados es el siguiente: en primer lugar, se encuentran los pescados con el 19,59 %, seguidos a un punto de carnes con el 18,56 % y de elaborados también con la misma cifra de 18,56 %; a tres puntos del primero se halla el grupo de las verduras con el 16,49 % y a cinco el segmento de pan y varios con el 14,43 %; y cierran lácteos con el 9,28 % y productos farmacéuticos con el 3,09 %.
Este hecho contrasta con los tiempos complicados que está pasando el sector de frutas y verduras. El principal motivo han sido las condiciones climáticas de este complejo 2022, con sequía y calores extremos, y que han agravado la situación ya de por sí suficientemente ardua que se vive por el alza generalizada de los precios de la energía. En este sentido, el regadío en España se encuentra asfixiado por los altos costes energéticos, que se han incrementado más del 90% en el último año. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) reclama un IVA reducido del 10 %, así como la puesta en marcha de la doble potencia, un sistema que permite establecer dos consumos diferentes al año coincidiendo con las épocas de mayor y menor necesidad hídrica para el regadío.