El empuje que puede representar la Copa América para la industria náutica catalana, mediana, pero de alta calidad y que emplea la más alta tecnología, puede ser definitivo para su consolidación como referencia internacional de industria náutica sostenible.
Mucho se ha escrito recientemente acerca de la economía azul y la oportunidad que puede representar para Barcelona y Catalunya. Esta oportunidad se multiplica con la celebración en Barcelona de la Copa América, que se convertirá en un momento estratégico para el sector y, que desde el punto de vista de la Fundació Barcelona Capital Nàutica, no se puede dejar pasar.
Se considera economía azul a todas aquellas actividades del sector económico que sea que se ejercen en el medio marino y que deben incorporar un enfoque de sostenibilidad -es decir, economía verde-, dejando fuera a todas aquellas prácticas que no son respetuosas con el mar. La economía azul también se organiza en sectores, y en alguno de estos Catalunya puede convertirse en referente del mercado, así como lo es en otros ámbitos, como el farmacéutico, el químico o el editorial, por ejemplo.
Si nos referimos al liderazgo en el sector náutico, Catalunya es un buen referente en la construcción de embarcaciones de tamaño medio, tanto en el sector pesquero como de recreo, por lo que esta coyuntura constituye una buena oportunidad para que la actividad de los astilleros catalanes sea pionera en adaptarse a la necesaria descarbonización del sector. El empuje que puede representar la Copa América para la industria náutica catalana, mediana, pero de alta calidad y que emplea la más alta tecnología, puede ser definitivo para su consolidación como referencia internacional de industria náutica sostenible. Juega a favor de este objetivo que la 37ª Copa América se caracterizará por la sostenibilidad del evento y por la voluntad de concienciar a la población de la necesidad de observar el máximo respeto al medio marino, también en los eventos. La motorización eléctrica de embarcaciones de tamaño medio es el rumbo en el que la industria náutica catalana tiene puesta la proa.
También en relación a las infraestructuras del país destinadas a la navegación de recreo, la Copa América brindará una formidable oportunidad de dar a conocer los puertos y marinas del territorio que, siendo ya un destino conocido y valorado, puede experimentar un crecimiento importante y sostenible gracias a la promoción internacional que el evento proporcionará al sector.
La Copa América se define como una competición no solo deportiva, sino, muy especialmente, una competición en tecnología y desarrollo. En este sentido, Catalunya dispone de laboratorios de análisis y test de materiales en el medio salino, con el mismo reconocimiento que los referentes actuales en Holanda y Reino Unido.
Los equipos de la Copa América, usuarios habituales de estas infraestructuras de altísima tecnología deben ser conocedores de estas infraestructuras y de la tecnología que el sector les ofrece. Otro ejemplo de aprovechamiento del evento en el sector económico del país es la sensorización, muy habitual en aeronáutica, y que se hace imprescindible en esta competición. Un barco de la Copa América incorpora un ecosistema de sensores que proporcionan no menos de dos millones de datos por hora. En este especializado segmento de la alta tecnología, ya somos referencia internacional y la Copa brinda una oportunidad que hay que aprovechar.
La Fundació Barcelona Capital Nàutica tiene entre sus objetivos de misión promover e impulsar proyectos de economía azul en tres áreas que se relacionan y apoyarán muy directamente del evento de la Copa América.
En primer lugar, proyectos en el segmento industrial, con el objetivo de acelerar la descarbonización del mar con la introducción de los motores eléctricos en las embarcaciones de recreo. Esto se hará a base de desarrollar e incorporar baterías de última generación, pero también con tecnologías mas avanzadas.
Algunos astilleros ya se atreven a hablar de incorporar pilas de combustible de hidrógeno a estas embarcaciones eléctricas.
Otra área de desarrollo es en el ámbito deportivo, poniendo en valor el alto nivel de las regatas que se organizan en Catalunya. Se quiere impulsar todavía más el sector a través de la promoción de eventos que ya existen y, además, de generar nuevas iniciativas en las que se incorpore el foiling como protagonista, como podría ser el windsurf o, en vela ligera, la clase 69F, entre otras.

El tercer segmento de trabajo de la FBCN es el área de formación en el ámbito náutico. La FBCN quiere potenciar la creación de materiales divulgativos y formativos desde primaria hasta la universidad y el doctorado vinculados con el mar, además de seguir ofreciendo Formación Profesional. Se impulsará ahora también el futuro Nodo Formativo, que quiere aglutinar el conocimiento avanzado en términos de náutica desde el punto de vista industrial, portuario, logístico y también deportivo.
El organizador de la 37ª Copa America, Americas Cup Events, S.L. -la sociedad creada por Team New Zealand en Barcelona-, apuesta muy firmemente por la descarbonización de la competición. Un ejemplo de ello, y que ya navega en aguas de Nueva Zelanda en fase de prototipo, es la primera unidad de las que serán las embarcaciones auxiliares y de seguimiento, que serán las únicas que se emplearán en la próxima Copa en Barcelona.
Se trata de embarcaciones con motores eléctricos de altísima potencia, dotados de foils y alimentados por hidrógeno. Este será sin duda el futuro de la náutica. Por tanto, constituye una declaración de intenciones muy clara de su intención de ir a máximos, por parte del organizador, el Team New Zealand.
Además, es seguro que el organizador está interesado en trabajar conjuntamente con las instituciones que dirigen y gestionan el deporte náutico y la sostenibilidad en los mares y océanos, de manera que la llamada Fórmula Uno del mar, sea también un referente de sostenibilidad como lo es en tecnología.
Es de esperar que de esta colaboración surjan acuerdos y protocolos de prácticas sostenibles que, conseguirán que, en adelante, cuando se hable de un gran evento deportivo de vela, se identifique este con el cuidado y el respeto por el entorno marino. Podremos ver muestra de ello en septiembre del 2023, cuando la Copa América celebrará una regata previa en Cagliari, y se está trabajando para que otra ciudad en el Mediterráneo acoja otra y Barcelona está entre las candidatas. Estos eventos serán una muestra de lo que representa una competición de este tipo y del potencial de estas embarcaciones.
Las administraciones que se han hermanado en el seno de la Fundació Barcelona Capital Nàutica quieren imprimir un carácter legado y de perdurabilidad de todos los valores vinculados a la Copa América. Por tanto, el objetivo de la FBCN, en tanto que entidad que aglutina todas estas instituciones, es una voluntad de permanencia.
La FBCN está impulsando, facilitando y haciendo posible en este momento la organización de la 37ª Copa América en Barcelona en el 2024, pero su mirada ya está puesta mucho más allá, identificando oportunidades en el desarrollo de acciones futuras en el mundo de la náutica y del deporte que ayuden a situar, no ya a la Fundació, sino a Barcelona, como Capital Náutica.
En los próximos meses se estructurarán estos proyectos de legado en el ámbito industrial, deportivo y de formación por parte de la FBCN para que en el 2024 ya se puedan mostrar al público. Ya se trate de las embarcaciones eléctricas ya construidas, o de determinados contenidos convertidos ya en proyectos educativos, por ejemplo.