La patronal vasca opta por un prudente optimismo económico para el 2022

La Confederación Empresarial Vasca (Confebask) apunta al optimismo económico para el año 2022, siempre con las reservas que impone la situación sanitaria. En una presentación realizada por el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, su director general, Eduardo Aretxaga, y su responsable de economía Pablo Martín, se ha dado a conocer el “Informe de Coyuntura” elaborado por la patronal vasca.

En línea con lo expresado por el informe de la Cámara de Comercio de Bilbao de mediados de mes, Confebask estima que la economía vasca crecerá un 5’9% en 2022, suficiente ya para recuperar el nivel de PIB prepandemia. En todo caso, y al igual que el año pasado, la evolución de los distintos factores de riesgo como la pandemia, los costes energéticos y empresariales, la inflación o el desabastecimiento mundial, podría afectar en uno u otro sentido a esa previsión, de tal manera que el crecimiento de la economía vasca podría moverse finalmente en una horquilla entre el 4% y el 7%.

Euskadi podría alcanzar el millón de cotizantes, un nuevo máximo histórico de empleo

Por sectores, en el 2022 todos seguirá la recuperación, aunque cambia el foco tractor: tras un 2021 en el que la industria ha sido el principal motor de la economía, para el año próximo el crecimiento será más perceptible en el sector servicios, fruto de una esperada normalización del turismo y el ocio, y la construcción también crecerá en mayor medida que en el presente año. 

Por lo que respecta al empleo, Confebask prevé que 2022 sea también un año positivo por lo que la tasa de paro bajará en Euskadi hasta el 8%, un nivel inferior al que había antes de la pandemia, y se estima que habrá unas 25.000 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social. De cumplirse esta previsión, estaríamos ante un nuevo máximo histórico del empleo en Euskadi con más de un millón de cotizantes.

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Evolución del comercio exterior vasco (Fuente Confebask)

Situación en España

El informe de los empresarios vascos también se fija en la situación de la economía española en su conjunto, que presenta un panorama positivo -pero menos que en Euskadi- con una aceleración de su crecimiento hasta el entorno del 5,5%, siendo una de las economías europeas de mayor crecimiento en el próximo año.

A pesar del mayor crecimiento previsto, la recuperación del nivel de PIB prepandemia no llegará hasta 2023, un año más tarde que en Europa puesto que el incremento se basará en el consumo privado, que crecerá con fuerza, por el ahorro acumulado en la pandemia y por la inversión, consecuencia del mayor impacto previsto de los Fondos Next Generation, aún por recibir y repartir.

En lo referido al empleo, seguirá la senda alcista, aunque no tanto como en 2021, con previsiones del 2,8% en el año próximo, contra el 4,5% de 2021, y la tasa de paro bajará 0,9 puntos hasta el 14,3%, con un horizonte de bajada a lo largo del año. En otro orden de cosas, el déficit público bajará en 2022 en 2,9 puntos, hasta el -5,2%, pero seguirá siendo uno de los más elevado de la Eurozona y la deuda pública también disminuirá ligeramente, hasta el 118,2% del PIB, lo que supone 2,4 puntos menos que en 2021.

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La economía vasca crecerá más que la de la Zona Euro

El histórico…

Confebask estima que Euskadi crecerá un 5’7% en 2021 con una clara recuperación del mercado laboral, en función de los últimos datos disponibles (noviembre) que indican que el 95% de los trabajadores que estaban en ERTE en abril del año pasado ya se han reincorporado a sus puestos de trabajo.

Este año Euskadi cerrará con unos 18.000 afiliados más a la Seguridad Social, alcanzando una cifra total superior ya a la existente antes de la pandemia (976.838 personas, con datos de noviembre). Y, en cuanto al paro, al cierre de 2021 la tasa rondará el 9% (2,1 puntos menos que a finales de 2020).

Por lo que se refiere al comportamiento de los distintos sectores, durante 2021 ha destacado el crecimiento de la industria (+9’0%), pese a las dificultades de los últimos meses, un sector que se ha consolidado como el principal motor de la actividad en Euskadi, mientras que servicios y construcción han experimentado menores incrementos.

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Datos económicos de la economía española

En resumen, en 2021, y si bien la economía vasca ha experimentado un importante repunte de su actividad y del empleo, su crecimiento se ha situado en la banda baja de lo previsto hace un año, debido a unas restricciones más prolongadas de lo estimado, y a los problemas ya conocidos, así como por una contribución inferior a la inicialmente pensada de los fondos europeos.

 …y las perspectivas de la empresa vasca

En cuanto a lo que esperan las empresas vascas para este próximo año, y en función a las encuestas que realizan periódicamente las asociaciones Adegi, Cebek y Sea, sus respuestas anticipan un mantenimiento de la recuperación. Nueve de cada diez ven su mercado estable o en recuperación y sus expectativas de empleo mejoran. De hecho, también nueve de cada diez prevén o mantener o aumentar sus plantillas.

Asimismo, es destacable el aumento de su preocupación por diferentes variables que han ido haciéndose notar con cada vez más intensidad a medida que transcurría el año. Entre esas preocupaciones, las empresas vascas destacan, el abastecimiento y encarecimiento de las materias primas y de la energía, el descenso de la rentabilidad de las ventas, el incremento de los costes laborales, la creciente dificultad para encontrar personal cualificado y el elevado absentismo laboral.

Por otra parte, y en el capítulo de peticiones, las empresas vascas plantean ayudas para las transiciones digital y climática y también medidas de flexibilidad y reducción de cargas empresariales.

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Previsiones de crecimiento de la economía española (Fuente Confebask)

Retos y desafíos

El presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, su director general, Eduardo Aretxaga y su responsable de economía Pablo Martín, señalan que “2022 será un nuevo año de crecimiento, aunque no exento de incertidumbres y con importantes retos y desafíos por delante”.

Entre ellos, han situado la superación definitiva de la pandemia, minimizando sus efectos sobre la sociedad en general y la empresa en particular; la necesidad de lograr una reactivación transformadora de la economía vasca, capaz de situar a la empresa en una senda competitiva sólida y sostenible; y la exigencia de aprender de lo vivido y promover reformas que refuercen la sostenibilidad del tejido productivo y del estado del bienestar.

En ese sentido, han subrayado “la importancia de apoyarse en la colaboración público-privada para abordar la transición digital, ecológica y socio demográfica”. En concreto “es fundamental una colaboración estrecha” para asegurar que las empresas dispongan de personas con una cualificación adecuada, y “que se fijen las necesidades formativas y la alineación entre el sistema educativo y la empresa”.