Zorrotza es uno de los barrios populares de Bilbao que más ha convivido con el tráfico portuario cuando éste se realizaba en el interior de la Ría. Y también es el último que ha tenido actividad portuaria reciente, hasta que el flujo de la urbanización ha ido empujando a salir al exterior a las actividades tradicionales relacionadas con la carga y descarga de buques en la ciudad.
Ahora, la Asociación Vecinal de Zorrotza-Zorrotzako Auzo Elkartea, ha pedido a la Autoridad Portuaria de Bilbao que ceda definitivamente al Ayuntamiento de Bilbao la última grúa de estiba que queda en la zona, para que permanezca como un «icono» del barrio y la Villa. En un comunicado, la asociación vecinal ha recordado que en 2012 los vecinos de Zorrotza vieron cómo «las más de 10 grúas de estiba que nos habían acompañado años y años, iban desapareciendo una tras otra y las últimas yacían derribadas sobre el muelle para ser convertidas en chatarra». Destacan que las grúas «habían sido vecinas cotidianas de la vida del barrio durante el último siglo con su actividad frenética de descarga y carga de los buques de todo el mundo que atracaban en el puerto de Zorrotza».
Conscientes de la importancia de su mantenimiento, junto a los edificios de Molinos Vascos y la Cordelería, como «últimos vestigios de la actividad portuaria del municipio de Bilbao», la Asociación Vecinal de Zorrotza inició una campaña para mantener, por su valor cultural, esa última grúa de estiba que, «solitaria en el muelle, se había salvado del derribo».
La solitaria grúa de Zorrotza es el último vestigio de la actividad portuaria en Bilbao
Tras realizar numerosas gestiones con el Ayuntamiento y las autoridades del Puerto, a finales de 2013 la asociación consiguió que la Autoridad Portuaria, entonces presidida por Asier Atutxa, llegara a un «acuerdo de intenciones» con la empresa Servicios Logísticos Portuarios (SLP), propietaria de la grúa.

Transcurridos más de seis años desde entonces, desde la Asociación indican que se acaba de informar de la venta por parte del Puerto al Ayuntamiento de Bilbao del muelle y terrenos aledaños. Por ello, desde la Asociación Vecinal de Zorrotza han demandado que el acuerdo de intenciones firmado en 2013 «se haga efectivo y la grúa, esa grúa que sentimos como nuestra, sea cedida definitivamente al Ayuntamiento y permanezca como un icono del barrio y por lo tanto de Bilbao».
El actual presidente de la APB, Ricardo Barkala, en 2013 no formaba parte del Ayuntamiento, institución en la que ha desempeñado funciones en dos etapas: 1991 a 2012 y 2015 a 2018. Queda ahora saber si hará honor a la palabra dada por su predecesor en el cargo y por la institución en la que trabajó durante más de dos décadas.