Hace ya más de diez días que la naviera P&O Ferries, propiedad del grupo DP World, anunció que ponía “en pausa” durante 10 días todas sus conexiones en el Canal de La Mancha y el Canal de Irlanda. Transcurrido este tiempo, la compañía sigue sin solucionar el problema que ha creado a sus clientes -profesionales y viajeros de turismo- puesto que las conexiones siguen suspendidas en su mayoría. La compañía anuncia vía Twitter las posibilidades de embarque en los servicios que ha logrado poner en funcionamiento.
La naviera asegura que retomará los servicios a finales de mes, tras haber reemplazado a los trabajadores despedidos por otros y, hasta entonces, emplaza a sus clientes a posponer los viajes. También recomienda a los clientes -empresas o particulares- que deban viajar de forma inapelable a dirigirse a otras compañías, como DFDS, con quienes parece haberse llegado a algún tipo de acuerdo.
En la actualidad, la conexión más importante de la compañía, Dover-Calais, permanece con los servicios suspendidos. En el tránsito desde las Inglaterra a Francia se ofrece la posibilidad de embarcar en los amarres destinados a DFDS, línea que se ha hecho cargo del tráfico ya contratado, mientras que en el sentido contrario, los clientes aún deben dirigirse a los puntos de embarque delimitados para P&O.
El servicio que conecta Liverpool con Dublín funciona de nuevo, mientras que las conexiones entre Rotterdam y Hull ofrecen un servicio reducido. Se han operado con éxito viajes con el buque “Pride of Rotterdam” pero se han suspendido los que debía realizar el “Pride of Hull”. La compañía espera solucionar estos problemas de fiabilidad en los próximos días. Por su parte la conexión entre Larne – Cairnryan permanece cerrada, sin fecha de reinicio, y se recomienda a los clientes que tengan su viaje contratado que reclamen la devolución de sus billetes.
Despidos por sorpresa
Tal y como informamos, la compañía P&O presentó por sorpresa la pausa de todos sus servicios, decisión que vino acompañada del despido de 800 trabajadores de la firma, la mayoría, tripulantes de los buques. La detención de los servicios y el despido de los trabajadores se comunicaron a los afectados de forma telemática (vía Zoom), causando la indignación de los trabajadores y sus representantes sindicales. La actividad de P&O Cruises, la dedicada a cruceros, no se ve afectada por esta decisión, puesto que esta división pertenece al Grupo Carnival.
La compañía P&O Ferries fue adquirida por hace tres años por el conglomerado dubaití DP World quien pagó 322 millones de libras esterlinas por un negocio que en aquel momento era boyante. Con la llegada de la pandemia, las conexiones se resintieron de forma alarmante y P&O se deshizo de alrededor de 1.000 empleados, una solución que no ha servido para cuadrar las cifras de la naviera y que ahora ha llevado a la suspensión de los servicios un futuro preocupante.