La lonja de pescado del puerto fluvial de Deltebre es un edificio muy demandado por el sector pesquero que permitirá hacer la subasta del pescado, la manipulación y la distribución dentro del mismo recinto portuario en el que Ports de la Generalitat invertirá 800.000 euros, con un plazo de obras de nueve meses. El secretario de Territori i Mobilitat y presidente de Ports de la Generalitat, Isidre Gavín, acompañado del alcalde de Deltebre, Lluís Soler, el director general de Ports de la Generalitat, Pere Vila, y el patrón mayor de la Confraria de Pescadors de Deltebre, Lluís Àngel Casanova, entre otras autoridades, ha visitado los primeros trabajos de las obras de la lonja en las instalaciones portuarias de Deltebre.
Gavín ha remarcado que la de Deltebre será “la lonja más moderna de Catalunya”, dado que de origen “ya se ha diseñado con una visión vinculada al atractivo turístico de la actividad”, además de prever “los espacios para poder operar y hacer mejor el trabajo”. El secretario ha puesto de relieve la voluntad del Gobierno catalán para que “los puertos sean auténticos motores económicos, auténticos dinamizadores. Y esto se consigue si damos a estas infraestructuras las capacidades y condiciones necesarias para que diferentes sectores económicos sean palancas de actividad y de atractivo”. Y ha añadido que “la pesca es un sector absolutamente estratégico por él mismo y también para el progreso económico” de las Terres de l’Ebre, “donde la pesca va ligada a otros sectores económicos”.

La lonja de pescado en el l puerto de Deltebre se construye para que se pueda hacer la comercialización del pescado dentro de las instalaciones portuarias pesqueras. Así, cuando la lonja esté terminada, los pescadores descargarán el pescado en cajas desde las embarcaciones y con los carros lo llevarán a la lonja, para hacer la subasta. Así mismo, el edificio tiene que dar mejor servicio a una flota de 24 embarcaciones de artes menores.
Para integrar mejor el puerto con la población y promover la actividad pesquera, se creará un circuito en la sala de subastas para que los visitantes puedan ver la subasta del pescado, dado que este es un fuerte atractivo turístico de las poblaciones pesqueras.
El nuevo equipamiento dispondrá de un bar-restaurante desde donde se podrá promocionar el turismo gastronómico, la cultura marinera y dar prestigio a la gastronomía catalana y la dieta mediterránea con el pescado de proximidad.