El Govern tiene puertos preparados para dar asistencia humanitaria en caso de llegada de una embarcación en situación de emergencia
El grupo de trabajo interdepartamental de Ports Segurs se han reunido este miércoles para continuar trabajando en una estrategia catalana para la acogida de barcos de rescate del Mediterráneo. Después de la sesión constitutiva de este grupo a mediados de abril, derivada del acuerdo del Govern del pasado mes de febrero que declaraba Catalunya como puerto seguro, en esta reunión de seguimiento se han compartido protocolos de actuación sobre la llegada de barcos en situación de emergencia, teniendo en cuenta los cincos departamentos implicados: Acció Exterior, Relacions Institucionals i Transparència, el de Territori i Sostenibilitat, el de Salut, el de Treball, Afers Socials i Familia, además del de Interior.
El grupo se ha reunido para identificar las competencias y capacidades reales de actuación de la Generalitat en estos casos de emergencia y como dar respuesta. En este sentido, se ha concluido que el Govern ja tiene sus puertos preparados para dar asistencia humanitaria, con sus correspondientes protocolos sanitarios, a punto de desplegar en las situaciones que así lo requieran. El subdirector general de Ports i Aeroports, Francesc Macias, ha explicado los escenarios previstos por la Generalitat de Catalunya y ha recordado que la manera oficial que entre un barco de rescate y desembarque las personas de a bordo es a través de un acuerdo con el estado, que tiene competencias clave en la recepción de personas rescatadas en el Mediterráneo, como ahora la autorización de su desembarco o el control de fronteras. A pesar de todo esto, ha subrayado que Catalunya está preparada para dar una respuesta operativa potente, tanto a nivel portuario como sanitario.
El grupo interdepartamental se emplaza a seguir trabajando a corto plazo para definir las capacidades reales de la Generalitat de Catalunya
Manel Vila, director general de Cooperació al Desenvolupament, ha destacado la prioridad de los derechos humanos internacional, tal y como se desprende del caso de la detención de la capitana del Sea Watch 3, Carola Rackete. Una juez de Nápoles dictó su liberación a principios de julio justificando que la capitana de barco de rescate actuó cumpliendo un deber cuando atracó sin permiso en el puerto de Lampedusa. En este sentido, la magistrada consideró que las obligaciones de rescate humanitario prevalecen por encima de las normativas estatales.