Ealing son las siglas del “European flagship action for cold ironing ports”, un programa de la Unión Europea que tiene como objetivo desarrollar los estudios técnicos, medioambientales, financieros y legales necesarios para implantar instalaciones de energía en puertos dentro de las fronteras europeas. Amparados en la Connecting Europe Facility (CEF), Ealing también centra esfuerzos en acelerar el despliegue efectivo de soluciones OPS en los puertos marítimos de la UE. El proyecto, financiado por la CEF, tiene una duración de 36 meses, implica 16 puertos y 22 socios —añadiendo empresas tecnológicas adicionales— que engloba todo en proyecto común.
De la voz de Carles Rúa, jefe de innovación del puerto de Barcelona, el plan de electrificación de los muelles es un objetivo “prioritario” tanto a escala global como local. En España, además del enclave catalán, los puertos de Valencia, Gijón y Huelva también están inmersos en este proyecto que pretende reducir los gases de efecto invernadero en las entradas marítimas de las ciudades.

El plan de electrificación del puerto de Barcelona recibe el nombre de Nexigen y está incluido en el cuarto Plan Estratégico del puerto, que se focaliza en la sostenibilidad ambiental, pero, tal como apunta Rúa, ”también en un plano económico y social”. El objetivo está marcado: ser climáticamente neutro para el 2040. Este proyecto en concreto pretende “facilitar la conexión eléctrica de los buques a los puertos”, y que se encuadra en el paquete europeo Fit for 55, una serie de marcos legislativos que afectan al mundo del transporte y aspectos portuarios.
Nexigen supondrá una inversión de 140 millones de euros y permitirá eliminar 100.000 toneladas de gases de efecto invernadero al año
Nexigen supondrá una inversión de 140 millones de euros y permitirá eliminar 100.000 toneladas de gases de efecto invernadero al año. Se inició en junio del 2020 con los primeros estudios técnicos para electrificar y se calcula que sobre el 2026 todo el puerto estará plenamente electrificado. Pero la ambición del enclave catalán no queda ahí, puesto que tienen diversos frentes abiertos en el ámbito medioambiental, como con la adopción de combustibles de transición (LNG) y nuevos (ammonia, metanol, hidrógeno) o el Smart Grid, una red de media tensión nueva para el puerto. Además, en vista de las características climáticas de la ciudad, Rúa ha concluido diciendo que “nos centraremos en la energía fotovoltaica para llegar, así, al 50% de generación de energía renovable propia”.