El puerto de Bilbao, de nuevo pionero en la propulsión marítima sostenible

El puerto de Bilbao ha sido escenario de la prueba de un prototipo de propulsión de buques mercantes mediante velas de apoyo. Se trata del proyecto de velas WISAMO (Wing Sail Mobility), desarrollado por Michelin para propulsar buques cargueros gracias al viento y reducir el gasto de combustible. La compañía prevé comercializar velas de 800 metros cuadrados a partir del 2026, lo que permitirá mejorar en la eficiencia energética del sector naviero.

Cabe recordar que el pasado mes de junio el puerto de Bilbao ya fue testigo de la puesta en marcha de un sistema medioambientalmente sostenible, con la instalación de velas, en este caso de succión, en un buque mercante. El proyecto de la compañía bound4blue, se instaló a borde del buque “Eems Traveller” con el fin de testar la tecnología de succión de aire en velas rígidas, una solución similar a la sustentación de las alas de los aviones con una superficie mucho menor. Así, se pretende lograr una reducción del consumo de combustible, entre un 15 y un 40%, con la consiguiente bajada en la reducción de emisiones contaminantes.

En la prueba realizada esta semana en el puerto de Bilbao se ha presentado una vela de 100 metros cuadrados instalada hace unos meses en la cubierta del mercante “MN Pélican” de la Compagnie Maritime Nantaise asistida por su representante Transcoma. Esta vela ha permitido al buque reducir su consumo energético al izar dicha vela y utilizar el viento en sus recorridos entre Bilbao y Poole, en Gran Bretaña, en las condiciones reales del Golfo de Vizcaya.

Este sistema de velas automatizado, telescópico e inflable desarrollado por Michelin está especialmente diseñado para buques cargueros portacontenedores, gaseros y petroleros con el objetivo de contribuir a la descarbonización del transporte marítimo, si bien también se puede instalar en embarcaciones de recreo.

La vela ahora testada tiene 100 metros cuadrados de superficie
La vela ahora testada tiene 100 metros cuadrados de superficie

Hasta 800 m2

Según ha informado el director del proyecto, Gildas Quemeneur, el próximo hito será desarrollar un prototipo de 800 metros cuadrados, que se implantará en una plataforma en Vannes, al oeste de Francia, con el objetivo de que sea lanzada al mar en 2026. 

Ese mismo año se entregarán a los armadores las primeras velas de esa envergadura y que «ayudarán al sector en su descarbonización», ha sentenciado Quemeneur, quien ha adelantado que su uso “permitirá la reducción de entre el 20 y el 50% del gasto de combustible” de una embarcación y, por tanto, contribuir de forma positiva al medio ambiente, al reducir las emisiones de CO2.

Cabe recordar que las primeras pruebas de este tipo de velas se hicieron en el velero de 13 metros de eslora del navegante Michel Desjoyeaux, y la experiencia y sus conclusiones ante diferentes condiciones de navegación han servido de base para el perfeccionamiento y la adaptación de la vela a otras de enormes dimensiones, con unos 800 metros cuadrados, diseñadas para facilitar la propulsión de grandes barcos.

“La energía más barata es la que no se consume”, ha constatado Desjoyeaux, para explicar el cambio que este proyecto va a representar en la eficiencia del sector, al facilitar “una navegación híbrida, a motor diésel y a vela”.

Con este sistema se puede ahorrar entre el 20 y el 50% del gasto de combustible
Con este sistema se puede ahorrar entre el 20 y el 50% del gasto de combustible

Energía inagotable

Para Desjoyeaux, este prototipo supondrá “volver a navegar empleando el viento, como en el siglo XIX, pero con la tecnología más avanzada” del siglo XXI. Implicará, por tanto, volver a planear rutas de las navieras teniendo en cuenta el viento y permitirá a la tripulación activar la vela solo con dar un botón desde un teléfono o una tableta y en pocos minutos se despliega sola.

Se trata, por tanto, de usar el viento como fuente gratuita e inagotable de energía para reducir el consumo de carburante, si bien no se podrá usar en la totalidad de las rutas ni en todo el recorrido ya que no siempre las condiciones meteorológicas lo permiten y porque además, el sector de la navegación comercial trabaja con unos plazos fijos en sus rutas imposibles de garantizar sin el uso del motor de combustible.

El sistema

La vela WISAMO se puede instalar en la mayoría de los buques que ya están en servicio, sólo requiere la colocación de los mástiles en la cubierta y, en caso de viento favorable, la vela se desplegaría telescópicamente de forma vertical.

Las velas desplegadas tendrán una altura enorme pero su mástil telescópico retráctil facilitará la llegada a los puertos, así como su paso por debajo de los puentes.