El puerto de Bilbao debe liderar el tráfico de mercancías del Atlántico, no solo con Europa sino también con el Norte del continente americano.
Esta es una de las premisas que, junto a la conectividad terrestre, ha señalado el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, en una comparecencia pública.
El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, presentó la jornada
Y es que la importancia de la infraestructura portuaria vizcaína no se puede poner en duda con los datos ofrecidos por Barkala que ha cifrado en más de 2.000 millones de euros la recaudación fiscal para las arcas públicas que logra la actividad portuaria, un 12,9% del total vasco; supone el 8,4% del PIB vasco, con 6.700 millones de euros; y provee el 6,1% del total del empleo de Euskadi, más de 58.000 trabajadores en labores relacionadas con el puerto de Bilbao y su comunidad portuaria asociada.
Conectividad como clave
El presidente Barkala ha repasado los hitos principales del puerto de Bilbao, donde se ha dado pasos importantes en los referido a la transición energética, “clave para ser un puerto líder en Europa”, y anunció la próxima puesta en marcha de una “comunidad energética”.
Al hilo de la reciente conferencia de presidentes autonómicos del Cantábrico, Ricardo Barkala señaló la importancia de la conectividad marítima y terrestre, la intermodalidad, donde queda mucho por hacer en cuanto a progresar y “facilitar la vida económica y empresarial”. Coincidió con la apreciación de Urkullu, Revilla, Barbón y Rueda en que “el eje Atlántico está perdiendo importancia frente al Mediterráneo”.
En este contexto, el puerto de Bilbao tiene “la obligación y la responsabilidad” de convertirse en “referente Atlántico y luchar contra la tendencia de Europa a bascular hacia el centro, relegando al Atlántico a “zona periférica”. En este sentido, insistió en que “hay que evitar perder presencia y tener una política comercial más agresiva”.

En este sentido, el puerto de Bilbao debe mejorar su comunicación con la Península “su ámbito natural”, en base a un servicio ferroviario fiable y de calidad. Para ello se fijó en la “vital” conexión al Corredor Atlántico, en general, y en lo más cercano, clamó por la construcción de la Variante Sur Ferroviaria (VSF) que acumula décadas de retraso.
A Ricardo Barkala no le tembló la voz al solicitar la gestión directa de las infraestructuras ferroviarias en el interior del puerto, gestionadas ahora por Adif, y señaló como “imprescindible” la gestión de TECO, “en el corazón del puerto” para no duplicar infraestructuras.
Community Development
En lo referido a la gestión de los espacios portuarios, Ricardo Barkala señaló que el concepto “landlord” está ya superado y que Bilbao se encamina hacia el Community Development, un desarrollo más adecuado a las necesidades de las empresas de su hinterland añadido.

Por otra parte, se fijó en las posibilidades de mejora del aprovechamiento del espacio disponible en el propio puerto, puesto que, con la finalización del Espigón Central, las posibilidades físicas de crecimiento se agotan. Por ello se hace necesario “repensar la presencia en puertos secos, muelles interiores” implantados donde se encuentra la carga.
El puerto de Bilbao tiene “interés, vocación y voluntad” de ser el puerto del Atlántico, conectando a los exportadores e importadores en ambos lados de la cadena logística y consiguiendo que éstos le confíen sus mercancías.
No repartir la miseria
“Cuanto mayor volumen, mejor para todos”, señala Barkala para quien el puerto de Bilbao debe liderar, un proyecto de suma, de competencia en colaboración con otros enclaves del Norte, puesto que existe una oportunidad de ganar tráficos, favorecida por la congestión de los grandes puertos europeos.
No se trata de “repartir la miseria” con otros puertos del Norte, sino de conseguir un trasvase de mercancías desde la Península hacia estos mismos puertos dentro de una cadena logística multimodal.

Con este motivo, el puerto de Bilbao ha invertido mil millones en los últimos años, “y 1.500 millones más de las empresas privadas”, espoleados por la necesidad de ganar competitividad para servir mejor a las empresas.
Estas inversiones se han producido en régimen de autofinanciación, “a riñón”, manteniendo una salud financiera envidiable. Con los 200 M€ previstos para los próximos años se alcanzará hacia 2026 el mayor pico de deuda, que volverá más tarde a sus límites habituales. Y todo ello congelando tasas y tarifas.
Estiba: problema zanjado
En lo referido a la “paz social” en la estiba, Ricardo Barkala señaló que se trata de un conflicto superado al que “ya se ha dado carpetazo”. Tras años de sufrimiento y mala imagen, el acuerdo a seis años supuso un antes y un después para un conflicto ya inexistente.
También se refirió a la influencia del conflicto de Ucrania, señalando que «Rusia está cayendo en el escalafón” de países que comerciaban con el puerto de Bilbao por las sanciones a los graneles líquidos, mientras que los agroalimentario que salen de Ucrania, se exportan por el Mar Negro y los puertos del mediterráneo».
Para finalizar, Ricardo Barkala hizo un llamamiento a la comunidad portuaria para “continuar trabajando de forma profesional” más allá de sus intereses particulares y legítimos.