Los indicadores de tráficos registrados durante el mes de agosto en el puerto de Valencia han vuelto a actuar como termómetro de precisión del estado del comercio internacional, de la agitación de los mercados de carburantes, de los graneles sólidos (cereales) y líquidos (gas natural licuado y petróleos), así como del mundo de los contenedores (import/export de manufacturas) o del turismo.
En agosto, las terminales del puerto de Valencia anotaron nuevas caídas en los tráficos de transbordo, pero registraron récords históricos en contenedores de importación, en graneles sólidos y líquidos, y en pasajeros de crucero.
Durante el mes de agosto el recinto valenciano ha registrado dos hitos, según los datos que recoge el Boletín Estadístico de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). Las cifras avalan el tirón de la importación que en este mes ha dejado en los muelles un total 86.463 contenedores de descarga, lo que supone un 21,45% más respecto a agosto del 2021, y la recuperación total del turismo de cruceros con la llegada durante este mes de 103.385 pasajeros.
El tráfico total registra una bajada del 5,24% y los contenedores una caída del 1,61%. De éstos, los llenos caen un 5,19%, principalmente por la disminución de los dedicados a tránsito (-15,9%) y en menor medida a las exportaciones (-2,71%). En cambio, como ya se ha dicho los de importación suben un 21,45% y los vacíos un 9,78%.
Un dinamismo de los contenedores de import que también queda patente en el acumulado desde enero a agosto con un incremento del 9,77%. En un año marcado por la complejidad geopolítica, los recintos portuarios están condicionados por la fluctuación y los vaivenes en el comercio internacional.
El puerto de Valencia ha movido 55,48 millones de toneladas de mercancías en enero-agosto, con un descenso del 2,74%. El número de contenedores en el acumulado del año ha sido de 3.545.220 teus, lo que supone un descenso del 6,22% a pesar de la subida de los contenedores de descarga
Así, según los datos del Boletín Estadístico de la APV correspondiente a los primeros ocho meses del año, por los muelles del puerto se han movilizado 55,48 millones de toneladas de mercancías, con un descenso del 2,74%. El número de contenedores entre enero y agosto ha sido de 3.545.220 lo que supone un descenso del 6,22% a pesar de la subida de los contenedores de descarga. Los teus llenos dedicados a la carga han registrado un retroceso del 6,23%. Sigue la fuga de contenedores de tránsito que han descendido en más de 220.000 unidades entre enero y agosto de este año respecto al mismo periodo de 2021, es decir, un -13,1%, mientras que los vacíos han caído un 2,54%.
Esta disminución del transbordo constata que el puerto de Valencia está a más de un 80% de su ocupación y algunos días de máxima actividad se registran deseconomías de escala que propician que las navieras busquen otros puertos del Mediterráneo Occidental para estos contenedores. En otras palabras, el puerto de Valencia se está quedando pequeño, según la Autoridad Portuaria.
Y tomando como referencia el año completo, es decir, septiembre 2021-agosto 2022 con el mismo periodo del año anterior, las cifras detectan que el total de mercancías ha sido de más de 83,3 millones de toneladas con una caída del 3,07%.
El número de contenedores ha sido de 5.369.221, lo que supone un descenso del 6,3%. De éstos hay que destacar los contenedores de importación que alcanzaron la cifra de 890.291 teus de importación suponen un incremento del 12,88% respecto al mismo periodo del año anterior, y un récord histórico que pone en valor la importancia de las compras de bienes y servicios tanto para los consumidores que acceden a más productos como a las empresas españolas para acceder a componentes y maquinaria para seguir produciendo. Frente al crecimiento de los teus de importación hay que señalar la bajada de los dedicados a la exportación en un 3,95% y los de transbordo que decrecen un 14,54%.
De los datos del Boletín Estadístico de la APV se desprende que, en conjunto, todos los indicadores apuntan a la resistencia del mercado interior español para no dejarse llevar por el pesimismo económico presente ya en algunos sectores y en algunas áreas económicas del planeta.