El Port de Barcelona como entidad pública tiene el deber de liderar la innovación junto con los principales actores de la comunidad logístico-portuaria. La dinamización de este ecosistema debe atraer al sector agentes hasta ahora desconocidos que sean capaces de introducir nuevos modelos de negocio
Según los expertos “cuando el crecimiento explosivo del progreso digital cruza la predicción humana del progreso tenemos una innovación disruptiva”. Todos hablamos de disrupción tecnológica y sin embargo la mayoría de nosotros tenemos serias dificultades en imaginar de forma intuitiva el crecimiento exponencial de la tecnología digital. Probablemente esto es debido a que tenemos tendencia a predecir nuestro futuro de forma lineal, extrapolando nuestras experiencias del pasado. De hecho, la gran mayoría vivimos claros ejemplos del desarrollo exponencial de la tecnología digital en nuestra vida cotidiana; el teletrabajo y el ecommerce son buenos ejemplos de ello. Sin embargo, a pesar de las evidencias, en el fondo nos cuesta comprender porque las cosas cambian tan rápidamente cuando en el pasado iban más despacio.
Con la irrupción durante el pasado mes de marzo del Covid-19, toda la comunidad logístico-portuaria experimentó como se ponía a prueba la resiliencia de la cadena logística. Evidentemente, los puertos como parte de dicha cadena tuvimos que adaptar muchos procesos para poder seguir dando servicio 24×7, pero con nuevas implicaciones, especialmente en cuanto a la organización del trabajo en los servicios portuarios; servicios que hoy en día conforman la parte más tradicional de lo que es un puerto.
La pandemia ha permitido también en muchas organizaciones de la comunidad logística-portuaria acelerar el desarrollo de los servicios dirigidos al cliente. En este sentido desde la Autoridad Portuaria de Barcelona nos hemos concentrado en posibilitar el acceso fácil a la información on line por parte de nuestros clientes, como por ejemplo el servicio CTA (Container Tracking Application) que da a conocer la trazabilidad de las mercancías, o bien la publicación de avisos sobre incidencias operativas mediante las redes sociales.
Algunos de estos servicios de acompañamiento al cliente han consistido en innovar en la forma de relacionarse con nuestros partners. De hecho, con el objetivo de superar las limitaciones presenciales que la pandemia ejercía sobre la promoción y difusión de los servicios del Port de Barcelona, formulas evolucionadas de eventos como Colombia Trade Summit y SmartPorts Piers of the Future nos han permitido llegar este año 2020 a través de eventos digitales innovadores a nuevos públicos objetivos, además de al público tradicional.
En este sentido la pandemia ha sido una oportunidad para testear e implementar de forma acelerada soluciones que ya teníamos previstas en el futuro.
En el Port de Barcelona, el 2020 probablemente ha servido para confirmar que aquellas tendencias que podíamos intuir y algunas de ellas incluso constatar durante estos últimos años, se aceleraban de forma vertiginosa en cuestión de meses. En definitiva, si miramos hacia el futuro, este tipo de disrupciones nos obligan a todos a avanzar de forma mucho más acelerada hacia cambios ya señalados por parte de nuestros respectivos planes estratégicos.
Esta necesidad imperiosa de una aceleración en la implementación de la estrategia ya trazada, no es una visión única del Port de Barcelona, sino que está compartida con otros puertos como por ejemplo los de Amberes, Hamburgo o Los Angeles. Gracias a nuestra estrecha colaboración con estos puertos durante los últimos años, hemos constatado tanto la necesidad como el gran beneficio que representa compartir nuestra visión estratégica de futuro a través de un instrumento de colaboración como es el grupo de puertos autodenominados ChainPorts, bajo el liderazgo de la Autoridad Portuaria de Hamburgo.
Port de Barcelona, liderando la innovación
El Port de Barcelona como entidad pública tiene el deber de liderar la innovación junto con los principales actores de la comunidad logístico-portuaria. La dinamización de este ecosistema debe atraer al sector agentes hasta ahora desconocidos que sean capaces de introducir nuevos modelos de negocio. Un ingrediente imprescindible son las start ups cuyo ecosistema altamente acelerado y dinámico puede incorporar soluciones imaginativas a viejos problemas, atrayendo sangre nueva al sector logístico portuario. Para ello, el Port de Barcelona cuenta con un ADN acostumbrado al desarrollo de iniciativas público-privadas.
En definitiva, los puertos, a través de programas como Ports 4.0, deben ser capaces de dinamizar combinaciones de nuevos y viejos actores para que de la mano se desarrollen nuevos modelos de negocio que aporten soluciones concretas a la transición energética, la economía circular, la reducción de emisiones o la movilidad en un sentido amplio: logística capilar, logística inversa, ecommerce, etc.
Tradicionalmente los puertos como grandes infraestructuras han desarrollado sus estrategias íntimamente ligadas a la logística y a las operaciones marítimas. Sin embargo, ¿es posible que disrupciones como la tecnología digital y el cambio climático lleven a los puertos a desarrollar modelos de negocio alejados de la logística marítimo-portuaria en su sentido más tradicional? …. ¿Pasará el futuro de los puertos quizás, tal como le está pasando a la industria del automóvil, por la servitización? Sin pretender responder a esta pregunta, podríamos afirmar que en puertos como en el de Barcelona, situado en un área con un tejido urbano, empresarial y productivo altamente denso y económicamente relevante, deberemos desarrollar cada vez más servicios avanzados, no tradicionales, y menos tangibles. Servicios también dirigidos al ciudadano de a pie y a los agentes sociales que piden un puerto más sostenible y sensible a sus necesidades.