Las restricciones en las ciudades y el ecommerce acelerarán los microhubs urbanos

Para responder al auge de la última milla, Merlin Properties dispone de un White Paper titulado “Distribución urbana para ecommerce: utilización de hubs urbanos como alternativa a los envíos directos en la última milla”, que analiza la situación actual de la logística de última milla y responde a las necesidades presentes y futuras de los operadores de este segmento, por el que la compañía lleva tiempo apostando decididamente. El documento ha estado elaborado por la consultora logística Miebach Consulting.

Según Julián Villena, director de Gestión de Activos Logísticos de Merlin, «gracias a esta anticipación, la compañía ha adquirido el conocimiento necesario para liderar la implantación de este modelo en España y, además, seguiremos invirtiendo recursos para que nuestros inmuebles estén preparados cuando tengan que absorber esta nueva demanda que se consolidará en los próximos años».  

Entre las conclusiones del informe, destaca que los acuerdos de París y las consiguientes restricciones de tráfico que se pondrán en marcha para lograr las emisiones netas cero en el 2050, junto con el auge del comercio electrónico, acelerarán la dinamización del microhub urbano de última milla. 

En cuanto al comercio electrónico, es el gran beneficiado de estos hubs frente a otros modelos de distribución, dado que no hay limitaciones de peso, temperatura o distancia con los clientes. Además, se encuentra en pleno proceso de transformación, impulsado por la llegada de Covid-19, por lo que es fundamental conocer dónde están los principales consumidores de esta plataforma y saber cómo operar para que las entregas sean efectivas y tengan un menor impacto medioambiental. El número de operaciones de esta industria está alcanzando un volumen que no se preveía, los envíos han crecido en torno al 22% y lo seguirán haciendo al menos hasta 2026, y ha añadido una carga de tráfico excesiva en un entorno urbano que, de por sí, ya estaba saturado y la logística de última milla puede ayudar a paliar los problemas que esto genera.

Las restricciones impuestas en las ciudades por los acuerdos de París y el aumento del comercio electrónico impulsarán la logística de última milla

A esto se suma un contexto en el que los consumidores demandan cada vez más poder elegir los horarios de entrega y modificarlos si es necesario, así como agrupar los envíos en una única entrega a domicilio, y al mismo tiempo buscan soluciones sostenibles. Esta es otra razón por la que la última milla puede desempeñar un papel clave en el desarrollo del comercio electrónico.  

Algunas de las ventajas que ofrece el uso de hubs urbanos a los operadores de este sector son la posibilidad de realizar los trayectos de entrega en vehículos eléctricos o bicicletas, una mayor flexibilidad de aparcamiento al utilizar vehículos más ligeros, menores costes de entrega por la mayor proximidad al destinatario, mayor adaptabilidad al horario deseado por el cliente y mayor cumplimiento del mismo, o un menor número de entregas fallidas. Sin embargo, según el White Paper elaborado para Merlin, entre los elementos a tener en cuenta para garantizar la rentabilidad del uso de los hubs urbanos estarían el incremento de los costes derivados de la necesidad de una mayor manipulación, un mayor transporte por la necesidad de un segundo acarreo y la actualización de la flota. 

En este sentido, Merlin cuenta con almacenes de última generación, destinados a operaciones de comercio electrónico en Madrid, Barcelona y Sevilla, y sigue trabajando en nuevos desarrollos como el proyecto de San Fernando III en Madrid

Por último, el documento también muestra que en el 2018 en Europa había unas 100 ciudades con zonas de bajas emisiones restringidas al tráfico y ninguna que fuera de cero emisiones. Sin embargo, en los últimos 3 años esta situación se ha acelerado y ya hay más de 250 ciudades con zonas de bajas emisiones y 25 con zonas de cero emisiones. En lo que respecta a España, las limitaciones aumentarán ya que las ciudades de más de 50.000 habitantes tendrán que crear una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para 2023, por lo que los municipios tendrán que implementar medidas en consecuencia ya que, sin intervenciones, las emisiones de CO2 causadas por los vehículos de carga crecerán un 32% hasta el 2030.