El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, intervino en la primera convocatoria del Propeller Club del País Vasco-Puerto de Bilbao, con una interesante ponencia en torno a la «Necesidad de cambio del Modelo de Gestión Portuaria».
Inició recordando que “la principal misión del puerto de Bilbao es ser una herramienta útil para mejora de la economía y de la competitividad del país y de sus empresas” y en este sentido, el cambio de modelo de gestión portuaria puede y debe representar una sustancial mejora para conseguir éste objetivo”. El cambio se debe a tres cuestiones: las directivas europeas, el conjunto de las Autoridades Portuarias y de Puertos del Estado son conscientes de la necesidad del cambio y, por último, los movimientos en materia de competencias a las comunidades autónomas.
Nuevo modelo de gobernanza
Según Barkala, los puertos son “organizaciones maduras” que necesitan herramientas para competir en condiciones de igualdad, evitando burocracias estériles. Tampoco se comprende que se aplique las mismas reglas de juego para todos los puertos del sistema, sin contemplar especificidades.
“Las Autoridades Portuarias son administraciones intervenidas”
Por ello, la Autoridad Portuaria de Bilbao trabaja en la adopción de modificaciones en el modelo de gobernanza. Apostamos por la implantación de una “real y efectiva autonomía funcional y de gestión” y pasar a un modelo de gestión ligado a “la vocación empresarial” para dar servicio a sus clientes. Esta autonomía debe quedar sujeta a una disciplinada autosuficiencia financiera, “única para cada Autoridad Portuaria” con inversiones relevantes ligadas a los retornos y situaciones de solvencia, evitando dispendios innecesarios e improductivos.
También mencionó Barkala a la necesidad de una seguridad en la planificación financiera, la eliminación o “severo ajuste” de los fondos de compensación y la regulación diferencial según las categorías de puertos. En cuanto al papel de OPPE como coordinador del sistema, pide una limitación de sus funciones y el cese de sus “posiciones intervencionistas o fiscalizadoras”. También propuso facilitar la gestión en la agilidad en las decisiones en la política tarifarias, la posibilidad de realizar inversiones en superestructuras o el desarrollo del talento en recursos humanos.


Dijo Barkala que el actual modelo de gobernanza “está agotado, es ineficiente y no sirve para hacer frente a los nuevos retos” derivados de las complejidades de la globalización. El reglamento europeo de servicios portuarios, a través del Marco Estratégico del Sistema Portuario de Interés General, es una oportunidad para proceder a la revisión del actual modelo y “espero que no desaprovechemos esta puerta abierta”.
Ricardo Barkaka defiende la “excelente gestión” del presidente del puerto de Santander, Jaime González
En actual marco de gobernanza “no es incompatible con la transferencia de gestión” de los puertos de interés general a las comunidades autónomas, que supondría la resolución de muchos de los problemas estructurales y propiciaría una “mejor gestión y mayor eficiencia” hacia las necesidades de los clientes. En este sentido puntualizó que “priorizamos la autonomía en la gestión”, prevista en la legislación vigente, y no tanto en la propiedad que necesitaría de una reforma constitucional, “son palabras mayores”, mientras que la transferencia en la gestión es fácilmente solucionable, “si existe voluntad política para ello”.
Evolución acelerada
En un entorno de volatilidad y cambios profundos por la globalización, donde Europa va perdiendo peso, la concentración de las cadenas de suministro y los vertiginosos cambios tecnológicos condicionan al sector marítimo-portuario. Son tendencias que “se van a intensificar” en un sector en el que “el factor precio es cada vez más determinante”.
En factor de incertidumbre añadido por el Brexit, a nivel local, “nos ha llevado a tomar las decisiones oportunas y a permanecer en permanente vigilancia”. El puerto de Bilbao está preparando “incluso para un eventual incremento de los tráficos”, fruto de la congestión de otros enclaves portuarios. Cabe recordar que Bilbao mueve más de tres millones de toneladas al año con Reino Unido mediante cinco conexiones semanales promovidas por Containerships y otras cinco gestionadas por Brittany Ferries. El puerto vizcaíno ya maneja un 66% de sus mercancías desde /hacia terceros países, con lo que, en el peor de los casos, si UK llegase a ser también un “tercer país”, el volumen pasaría a ser de alrededor del 76%, “totalmente asumible”.
En el mundo globalizado “el factor precio es cada vez más determinante”
El puerto ha aprobado el proyecto de ampliación de servicios (Aduana, Policía, Guardia Civil, PIF) y se va a licitar antes del verano, con la creación de nuevos viales, etc. “Hemos avanzado en todo lo que pueda venir” y se por ello se han reforzado los recursos materiales y humanos, con 23 nuevas incorporaciones. También el servicio de seguridad se ha incrementado con el traslado al puerto de los 40 guardias civiles que prestaban servicio en Punta Zorroza, para reforzar la seguridad y la gestión.

Barkala, que calificó la nueva ruta con Irlanda como “estratégica” y más en el caso del Brexit y agradeció la confianza de Brittany Ferries por este enclave y mostró su satisfacción por esta decisión “que hará más competitivo al puerto de Bilbao, mejorando el ya amplio número de servicios marítimos con los que contamos con Reino Unido e Irlanda”. No obstante, defendió la gestión del presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Jaime González, y “el magnífico trabajo que realiza”, pero dijo que la decisión del traslado “es de la propia naviera” que ha considerado las oportunidades, sobre todo para carga, que ofrece Bilbao.
Retos, amenazas, oportunidades
La aparición de las nuevas tecnologías disruptivas en el transporte multimodal, están ya presentes y “tendremos que aprovecharlas”, dijo Ricardo Barkala, al igual que las nuevas regulaciones medioambientales, con la instalación de nuevas fuentes de energía. Son cambios “que debemos aceptar con serenidad y altura de miras” en un tiempo de dificultades y “de acción”, afrontando una agenda reformista, también en el modelo de gobernanza portuario. Los cambios en el mercado cada vez más voluble y competitivo, requieren de decisiones inmediatas y adaptativas a las necesidades de los clientes. Sin embargo, las respuestas que pueden dar las APs están limitadas en su eficacia y lentas. La Ley de Puertos establece un modelo de titularidad pública con Puertos del Estado como coordinador de las políticas comunes. De este modo, “las APs son administraciones intervenidas” que limitan su autonomía en la gestión y las posibilidades de competencia. Por ejemplo, en las políticas tarifarias, las reducciones de valoración del suelo a los concesionarios, la contratación de “capital humano” o la celebración de Convenios, con trámites que se eternizan y “no aportan valor. Soportamos servidumbres y deficiencias que son corregibles”.
Así, Ricardo Barkala se ha quejado ocasionalmente de que, aunque Bilbao es uno de los puertos más rentables y saneados del sistema, ha de hacer frente a una serie de retos que lastran su competitividad, algunos de ellos ajenos a la gestión portuaria y también al mercado marítimo.