Rodríguez Dapena: “El acuerdo interterritorial con los puertos está funcionando”

Desde diferentes comunidades autónomas, como es conocido, en concreto desde el País Vasco y Catalunya, se viene reclamando el traspaso o la cesión de los puertos de interés general a las entidades o gobiernos locales. En este sentido, el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, ha aclarado, durante el desayuno informativo de este viernes del Foro de la Nueva Economía, que en España existe un régimen de cogestión con las comunidades autónomas y participación de las entidades locales derivado de una reforma legal que se llevó a cabo en 1997. Desde entonces, apunta, los presidentes de las autoridades portuarias son nombrados por las comunidades autónomas, lo que supone, según Rodríguez Dapena, «que hay que establecer, y es necesario, un plano de acuerdo constante interterritorial e interadministrativo en el ámbito portuario». Esto, dice, «requiere mucha energía», pero apunta que está funcionado. 

Asimismo, respecto al Marco Estratégico de Puertos del Estado, aún pendiente de aprobación y que perfila el modelo de gobernanza del sistema portuario público en sentido amplio, ya sea en las competencias estatales frente a las autonómicas o locales, el número de autoridades portuarias o las funciones de Puertos del Estado, ha generado mucho debate. Para Dapena, «lo primero que hay que poner sobre la mesa es el porqué de la actual gobernanza de los puertos para entender las claves». Los puertos, dice, «son muy singulares y tiene que ver con la gobernanza de cada uno, que viene de sus antiguas ciudades”. Y continúa: “Los Estados han tenido que respetar este régimen, por lo que cada puerto tiene una Autoridad Portuaria o un ente similar y forma una entidad con personalidad jurídica propia”. 

Apuesta por el ferrocarril y la sostenibilidad 

España está a la cola de Europa en cuota de transporte de mercancías por ferrocarril. Como apunta el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, «tenemos un 5% en toneladas-kilómetro respecto al conjunto del transporte interior nacional. Esta problemática debemos resolverla, porque, además, el ferrocarril se suma a una política de sostenibilidad ambiental en el ámbito del transporte». 

El presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena ha intervenido en el desayuno informativo del foro de la nueva economía
El presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena ha intervenido en el desayuno informativo del Foro de la Nueva Economía

Desde Puertos del Estado, indica Rodríguez Dapena, se ha hecho un esfuerzo por mejorar el ferrocarril. Con una inversión público-privada en todas las autoridades portuarias de aquí al 2025 presupuestada en 11.000 millones de euros, de los que 4.750 millones son de inversión pública, y de ellos, 1.000 millones se destinan a mejorar aspectos ferroviarios, se busca «alcanzar la sostenibilidad final que necesita el transporte de mercancías». 

Por otro lado, Dapena ha explicado que ya están trabajando en la incorporación de estrategias de sostenibilidad ambiental en muchos segmentos. «Estamos trabajando tanto en el entorno local del puerto como en la eliminación de cualquier efecto ambiental, potenciando el ferrocarril y las emisiones cero de los buques. Ya estamos trabajando en la reducción de la huella de carbono y los puertos son lugares clave para impulsar esta renovación energética hacia lo verde.»

Compromiso  

«Los puertos son por y para las personas». Así, el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, ha manifestado el compromiso de los puertos con las ciudades, los individuos y las empresas. 

De ello, según Rodríguez Dapena, se derivan dos actuaciones básicas: la primera, explica, una colaboración público-privada, entendiendo el sector público como el conjunto de autoridades portuarias, como coempresario y procreador de valor económico, ambiental y social, y la segunda, trabajar para aprovechar los recursos compartidos entre las distintas autoridades portuarias, para determinar objetivos de interés común, que no están estrictamente en la dimensión económica, sino en la social y ambiental.