El idilio de Brittany Ferries con el puerto de Santander prosigue, tras 45 años de historia en común, y se ampliará mediante el restablecimiento de la conexión directa hacia Irlanda. La naviera bretona ha decidido retomar las conexiones entre el puerto cántabro y la isla verde a partir de noviembre próximo.
En los antecedentes de esta conexión está el interés del puerto de Santander por poder ofertar salidas marítimas para mercancías y pasajeros hacia y desde Irlanda.
De hecho, en el 2018 se consiguió establecer la primera conexión con el puerto de Cork, un evento ampliamente celebrado en ambos puertos. Sin embargo, diversos factores hicieron que Brittany Ferries se decidiera a trasladar el servicio desde Santander al puerto de Bilbao y desde Cork al puerto de Rosslare en febrero del 2020.
Desde el puerto de Santander se achacó a la inseguridad protagonizada por las intrusiones de personas ajenas a las labores portuarias (los polizones), aunque también pesó la escasa distancia de Rosslare a la capital irlandesa, frente a los más de 250 kilómetros que hay que recorrer desde Cork.
La compañía CLdN también dispone de una conexión desde el puerto de Santander hacia Irlanda, pero es sólo para carga no acompañada
Ahora, el consejo de Brittany Ferries ha decidido dar una nueva oportunidad al puerto de Santander y, a partir de noviembre, incluirá dos frecuencias semanales hacia y desde Irlanda durante cinco meses, dando el relevo al puerto de Bilbao. Se evaluará así el potencial actual de la ruta, una vez desaparecido el problema de intrusión en el puerto de Santander.
También ha pesado en la decisión la puesta en marcha de los nuevos buques de GNL de la compañía naviera. Si el puerto de Bilbao inauguró su estación de bunkering el pasado abril, facilitando alrededor de 500 metros cúbicos de gas dos veces por semana a los buques de Brittany Ferries, el puerto de Santander hizo lo propio el pasado mes de junio. Así, la dársena cántabra igualaba las condiciones de su vecino del oeste y puede atender las demandas de combustible de los buques “Salamanca” y “Santoña”.
Con esta decisión de la naviera, Santander consolida su liderazgo en el norte de España como puerto de pasajeros en línea regular, fruto de la estrecha relación entre Brittany Ferries y la Autoridad Portuaria de Santander, y la apuesta continua de ambas por garantizar un servicio de calidad.
Cuatro frecuencias semanales
A partir del invierno próximo, el puerto de Santander dispondrá de cuatro frecuencias semanales, manteniendo así el mismo número que en verano, cuando el flujo de turistas es mayor. Las cuatro escalas serán realizadas por buques impulsados por combustibles de bajas emisiones (GNL), y tendrán como base de operaciones la nueva terminal de ferries del puerto santanderino.
Los ferries han abandonado la Estación Marítima que han utilizado durante años y que ahora queda para el tráfico de cruceros y otras embarcaciones. En su lugar, los buques de Brittany Ferries utilizaban una nueva terminal en el reconstruido muelle de Maliaño, en su tramo 1 a 4, dotado con 390 metros de línea de atraque con 16 metros de anchura, un calado de 9 metros, una rampa ro-ro y la propia terminal.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Francisco Martín, ha querido agradecer a Brittany Ferries esta nueva apuesta por el puerto de Santander, fruto de años de intensa colaboración y, especialmente en este caso, “muy deseada y trabajada por el puerto cántabro”.
El presidente del puerto de Santander considera esta nueva línea una “magnífica noticia” para Cantabria, y asegura que ha sido posible gracias a haber “afrontado con seriedad” el problema de los polizones y también a la apuesta por la construcción de la nueva terminal de ferries, que “nos ha permitido adelantarnos en el suministro de combustibles de bajas emisiones con la adopción del GNL”.