BNEW Logistics evaluará la situación actual de la región mediterránea con el análisis del transporte y el mercado logístico de este territorio
BNEW – Barcelona New Economic Week representa una oportunidad inmejorable para la promoción de las empresas, el intercambio de ideas y la generación de nuevas oportunidades de negocio. Este nuevo e innovador acontecimiento consecuencia de la transformación que han tenido que hacer la mayoría de las actividades sociales en todo el mundo, ha sabido encontrar los límites, las temáticas y los espacios de contacto para que empresarios y emprendedores puedan disfrutar de una ventana abierta al mundo y puedan conectar con el conocimiento, la innovación, el talento y los contactos que toda organización necesita actualmente y, quizás, hoy todavía más.
A todos nos preocupa conocer cuáles serán los efectos de la Covid-19 sobre la realidad económica global y local actuales, y como esta pandemia mundial afectará a las tendencias de futuro que ya habíamos asumido que se cumplirían en condiciones normales… Todos los sectores de la economía, tradicional o nueva, se ha vista afectados por el Covid-19 y la logística, no es ninguna excepción.
Como presidente del Port de Tarragona participo en el espacio de debate de “Perspectivas del transporte y mercado logístico en la región mediterránea en medio de la crisis del Covid-19”. Un encuentro que esperamos que nos permita dibujar un escenario lo más definido posible en un contexto muy disruptivo y señalar algunas perspectivas a corto y medio plazo.
En el caso concreto del sector de la logística, a los efectos del Covid-19 (ralentización de la economía mundial, pérdida de empresas y puestos de trabajo, etc.) hay que sumar, por una parte, el impacto de otros fenómenos anteriores a la pandemia que siguen teniendo una gran influencia: pugna USA-China, el Brexit, Oriente Medio, etc. y, por otra, los otros cambios de paradigma mundiales como la digitalización, la robotización, la sostenibilidad, la eficiencia… Ante esta combinación de factores de cambio, hay que ir por partes. Ante el Covid-19, anticipación. Ante el neoproteccionismo, adaptación. Y ante los retos de futuro, adopción, en la medida y con la profundidad que las organizaciones sean capaces de desarrollar.
Ante el Covid-19, anticipación. Ante el neoproteccionismo, adaptación. Y ante los retos de futuro, adopción, en la medida y con la profundidad que las organizaciones sean capaces de desarrollar
El Port de Tarragona, además, tiene que tener en cuenta otras tendencias locales y convertirlas en oportunidades, como, por ejemplo, la saturación de las áreas urbanas adyacentes de los principales puertos competidores de Tarragona que limita la conectividad y frena el crecimiento, o la alta demanda de suelo logístico en Catalunya o la apuesta por una economía sostenible y circular. Tres factores que nuestro puerto está trabajando para que se conviertan en motor de cambio, de crecimiento y de reposicionamiento en el contexto estatal, mediterráneo y europeo.
Tarragona trabaja en estos momentos para reforzar su rol de hub del Mediterráneo y del Sur de Europa, aprovechando dos ventajas estructurales y dos apuestas empresariales. Nuestro puerto ofrece calados de hasta 20 m. para grandes buques y que lo posiciona de manera clara como hub para graneles sólidos, gráneles líquidos y carga general, y disfruta de una ubicación de gran valor estratégico en la confluencia del Corredor Mediterráneo y del interior, lo cual lo sitúa a pocas horas del centro de la Península y en un día del centro del continente europeo, tanto por tren como por carretera.
A estas dos ventajas estructurales que convierten el Port de Tarragona en un nodo logístico estratégico hay que sumarle la apuesta por la intermodalidad, con las terminales de la Boella, a pie de muelle, y de Guadalajara, a las puertas de Madrid; y también la apuesta por el ferrocarril, con un alto potencial ahora y mucho más grande cuando entre en funcionamiento el Corredor del Mediterráneo en el 2021 o el 2022. Las sinergias entre estas ventajas y estas estrategias empresariales están llamadas a crear las condiciones ideales para que Tarragona entre a competir más directamente con los puertos más importantes de Europa.
El Port cuenta además con un cluster químico (ChemMed) y una comunidad portuaria activa y comprometida que comparten y refuerzan los planes de futuro de la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT), como por ejemplo las inversiones que los terminalistas están realizando en el muelle de la Química que ayudarán a impulsar su papel de hub químico.
Por su parte, la APT continúa sin alteraciones en el calendario implementando su Plan de inversiones por valor de 150 millones de euros en 4 años. Entre las cuales destaca la nueva Zona de Actividades Logísticas (ZAL), con 1 millón m² de suelo logístico y más de 400 mil m² cubiertos. La implantación de la ZAL supondrá un impacto positivo en el sector de la ocupación en el territorio puesto que se estima que generará 2.970 puestos nuevos de trabajo directos y 740 indirectos, más unos 560 puestos durante las obras de ejecución del proyecto. Para el Port supondrá un incremento de entre los 2,7 y los 4,6 millones de toneladas anuales en el tráfico portuario. Lo que significa un incremento aproximando de un 8% a un 14% más de tráficos respecto al resultado del 2018 que fue de 32.000.000 de toneladas de mercancías.
Tarragona trabaja en estos momentos para reforzar su rol de hub del Mediterráneo y del Sur de Europa
La ZAL contará con una inmejorable conexión ferroviaria con Europa y con el centro peninsular, especialmente con la Terminal Intermodal de Guadalajara que el Port de Tarragona empezará a construir a finales de este año. Esta terminal intermodal multipropósito con 150.000 m² de superficie ocupa un emplazamiento estratégico situado a 70 km de Madrid y conectado con los principales cauces de comunicación viaria y ferroviaria del país, y demuestra que la apuesta por una logística más sostenible es un hecho tanto para el Port de Tarragona como para las empresas que operan. Esta apuesta por el tren queda patente en los movimientos de productos agroalimentarios con diferentes destinos, como el Valle del Ebro, Lleida, Monzón, Zaragoza, y Vic, a un gran espacio para recorrer si tenemos en cuenta que durante el año 2019 el Port superó los 6 millones de toneladas.
En conjunto, a pesar de la crisis derivada de la pandemia, si el Port de Tarragona sabe aprovechar los cambios en los mercados, las inversiones y la estrategia empresarial sostenible, está llamado a ser uno de los principales puertos del Sur de Europa ejerciendo como puerto hub en tráficos tan importantes como los productos petroquímicos, los productos agroalimentarios a granel, los minerales y la carga general contenerizada, entre otros, aprovechando sus grandes calados, su ubicación estratégica y su creciente y mayor conectividad viaria y ferroviaria.