El pasado mes de marzo la economía vasca entró en la zona de crecimiento suave por primera vez desde hace dos años, según el “termómetro” elaborado y publicado por el Departamento de Economía y Hacienda vasco. Así se situó en 98,2 puntos. Desde entonces, el indicador se ha estancado en la zona positiva, una tendencia que continúa hasta el momento.
De esta forma, la economía vasca se mantiene en zona templada, alejada de los datos preocupantes de antaño, superiores a 100 puntos, pero con una sustancial distancia de la zona positiva, marcada por los datos inferiores a 50.
Así el indicador del estado de la economía vasca se situó en 85,7 puntos en agosto un valor similar al de los anteriores meses, con un valor de 85,6 en julio y 84,6 en junio. Así, le permite mantenerse en la zona de “crecimiento suave” al continuar por debajo de los 100 puntos.
Mejora de las exportaciones
Durante el verano, las exportaciones mejoraron ligeramente, después de un segundo trimestre de contracción interanual. El empleo muestra señales de moderación en su positiva trayectoria de los últimos meses y, por su parte, la inversión y el consumo de los hogares ralentizaron su crecimiento.
Estos datos coinciden con los presentados en el Informe Anual de la Economía Vasca y de la Encuesta de Población Activa (EPA), elaborada por el INE, que sitúa la tasa de paro en Euskadi en el 7,13%, la más baja de España, con 14.500 parados menos y una situación de “pleno empleo técnico”. También mejora el crecimiento del PIB vasco, que creció un 1,6%, una décima más de lo previsto.
Desde la óptica de la oferta, la industria mostró una evolución positiva, la construcción se frenó y los servicios mantuvieron su senda de crecimiento, aunque con menor dinamismo.