La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, ha presentado un año más sus informes sectoriales en los que analiza y evalúa los servicios prestados para el transporte en los diferentes modos: carretera, ferrocarril y puertos.
Este informe recoge la opinión de los asociados de ANFAC sobre aspectos relevantes de los servicios de cada modo de transporte.
Destaca en el informe el trazo grueso de que se ha reducido en un 5,1% el número de vehículos movidos por los tres sistemas, sumando 4,33 millones de unidades, lejos del año anterior a la pandemia, cuando llegaron a transportarse 5,5 millones de vehículos. Otra de las conclusiones del informe es la pérdida del liderato del transporte marítimo frente al transporte por carretera.
El informe ha sido presentado por José López-Tafall, director general de ANFAC; Jaime Moreno, director general del Transporte Terrestre; y Aránzazu Mur, director del área de economía y logística de ANFAC.
Los puertos de Pasaia y Tarragona, a la cabeza
El informe relativo al sector marítimo se centra en los 8 puertos principales en el movimiento de vehículos para la importación y exportación: Barcelona, Málaga, Pasaia, Sagunto, Santander, Tarragona, Valencia y Vigo.
Del sistema de los 26 enclaves del Puertos del Estado, estos ocho mueven el 93,8% de los automóviles transportados por este modo de transporte en 2021, con más de 2 millones de unidades.
Adaptabilidad y flexibilidad son rasgos muy valorados por los clientes
De los 26 puertos con tráfico de transporte de automóviles en 2021, el informe elaborado por ANFAC se centra en analizar los ocho puertos de relevancia para la importación y exportación de vehículos, que suman movilizadas y registradas en la red de Puerto del Estado.
Para ello, en el informe se ha recogido la evaluación que hacen las empresas asociadas a ANFAC, responsables de 1,9 millones de los vehículos desplazados, sobre los servicios logísticos de los puertos de Barcelona, Málaga, Pasaia, Sagunto, Santander, Tarragona, Valencia y Vigo. Si se suman todos los vehículos movilizados a través de los ocho puertos españoles analizados más allá de los propios socios de ANFAC, el volumen total fue de 2.034.629 vehículos.
En la edición de 2021, los puertos de Pasaia y Tarragona lideran -y repiten liderazgo- la clasificación, con una puntuación de 4,4 sobre 5. Junto con los puertos de Barcelona y Málaga, son los únicos que mejoran respecto a la edición anterior.
Por su parte, el puerto de Santander, con una valoración de 4,2 sobre 5, se mantiene como segundo mejor puerto valorado por las marcas consultadas, seguido de Sagunto, quien también mantiene su puesto en la clasificación. Los puertos de Valencia y Vigo descienden y no llegan a la media de 4 puntos en el ranking.
Según valoran los miembros de ANFAC, y a pesar del contexto y del descenso del volumen de vehículos transportados, la mayoría de los indicadores logran una mejora respecto a la edición de 2020, reflejando una notable capacidad de adaptación a los retos tras la pandemia y a la nueva realidad del sector de la automoción.
En este sentido, las marcas destacan la proactividad de los puertos en responder a las necesidades en un escenario de inestabilidad, así como en la agilidad en los trámites aduaneros.
Por otro lado, los fabricantes resaltan una mejora en la formación y concienciación de los empleados para la mejora de la manipulación en la carga y descarga de los vehículos. De igual manera, son especialmente mejorables las conexiones ferroviarias y el acceso a los puertos junto al progreso en la digitalización de los procesos de gestión de la mercancía.
Gana la carretera
La principal conclusión del informe de los fabricantes de automóviles y camiones es que el transporte de vehículos por carretera se posiciona como el modo principal de desplazamiento en el año pasado, sumando 1.938.217 vehículos, con un incremento del 1% más que el año anterior, y acaparando el 44,7% del total de los automóviles desplazados por los socios de ANFAC. El movimiento en el interior del país sube, mientras baja el transporte internacional.
Las empresas valoran la mayor capacidad de adaptabilidad, flexibilidad y capacidad de reacción del transporte por carretera a las necesidades de un sector afectado por la reducción de la producción y de las ventas.
En el “debe” de la actividad por carretera, el informe de ANFAC señala la necesidad de mejorar el tratamiento de los vehículos a través de la formación del personal y reducir los percances sobre el producto, al igual que a una mayor implementación de la digitalización para los operadores que permita conocer la posición de la carga en todo momento durante el transporte o los percances o incidentes que puedan suceder en el tránsito. También se hace hincapié en la necesidad de la renovación de flotas y el incremento de frecuencia y rutas que pueda responder a situaciones tan particulares como han sido la crisis sanitaria o la crisis de los microchips.
El tren acentúa su crisis
Según el informe de “Valoración de la logística del transporte ferroviario”, durante el 2021 se recortó un 21,4% el desplazamiento de vehículos, con un total de 502.447 automóviles, una nueva caída en el sector. Los fabricantes se escudan en que la falta de regularidad en la fabricación y los bajos volúmenes de la misma han dificultado consolidar un número suficiente de vehículos para garantizar la frecuencia de los trenes, lo que ha trasladado parte de sus volúmenes al servicio de carretera.

Por el contrario, el tráfico de componentes de vehículos registró un notable aumento del 99,1% en 2021 hasta situarse en 388.870 toneladas. Estas circunstancias han llevado a que el transporte ferroviario haya perdido cuota sobre el total de vehículos desplazados, reduciéndose hasta el 11,6% de todos los automóviles transportados durante 2021.
No obstante, el transporte ferroviario sigue siendo un servicio requerido y utilizado por las marcas, sobre todo para el transporte de grandes volúmenes. El automóvil sigue siendo el sector con mayor cuota de utilización del ferrocarril para el transporte de mercancías, importancia que se manifiesta en el Acuerdo de Colaboración entre ADIF y ANFAC, firmado en febrero de 2019, y que será próximamente renovado para darle continuidad durante los próximos tres años.
Como puntos a favor, las marcas resaltan la facilidad de contacto, atención y eficacia con los operadores, pero reclaman mejoras en la capacidad de adaptación de los servicios ferroviarios, en el tratamiento y reducción de deterioros en los vehículos, mayor capacidad de reacción antes imprevistos en los servicios de trenes, más agilidad en la valoración de daños y, sobre todo, en la comunicación con los interlocutores.