Los transportistas suspenden temporalmente la huelga después de 20 días

La huelga del transporte por carretera ha llegado a su fin, tras 20 días de perturbaciones en el normal tránsito de camiones. Así lo ha decidido la asamblea de la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, en su reunión del sábado a las 12 del mediodía en San Fernando de Henares (Madrid). Hasta allí se desplazaron más de un centenar de integrantes de la Plataforma encabezada por Manuel Hernández.

La desconvocatoria del paro no es definitiva, sino que se denomina como “pausa” en las reivindicaciones que, si nada cambia se retomarán “tarde o temprano”. Así, Fausto Jiménez, uno de los portavoces de la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte, declaraba que “es posible que termine la batalla, pero no la guerra”, considerando que el acuerdo de la patronal del sector, el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) y la ministra Raquel Sánchez no pone punto final a una situación que no deja de deteriorarse.

La huelga de los transportistas autónomos y algunas pymes había ido perdiendo fuelle y el goteo de asociaciones regionales que abandonaban el paro y volvía a coger el volante había ido en aumento desde el pasado martes. Ese día el BOE publicó las medidas acordadas por el Gobierno y los representantes de los transportistas presentes en el CNTC. Cabe recordar que la Plataforma, que se atribuye la representación de un 85% de los autónomos, no tiene representación en ese órgano. 

La normalidad tardará en llegar a los muelles

Un acuerdo no satisfactorio

El acuerdo alcanzado en una maratoniana reunión entre el jueves y el viernes de la anterior semana y formalizado el pasado martes, contempla un paquete de medidas que supera los 1.000 millones de euros en ayudas. Así, se acordó la bonificación directa a los transportistas con 20 céntimos de euro por litro o kilo de combustible, de los que 15 céntimos saldrán del presupuesto público y 5 céntimos serán soportados por los operadores de productos petrolíferos. Esta bonificación se aplica ya, desde el 1 de abril, a gasóleo, gasolina, gas y adblue, suponiendo más de 600 millones de euros para el sector del transporte. Recordar que la bajada de los precios se ha hecho extensible también a los vehículos particulares, una medida que superará los 16.000 millones de euros hasta la finalización de la situación excepcional de carestía de los combustibles. El acuerdo tiene una duración que abarca desde el 1 de abril hasta el 30 de junio, tres meses, pero podrá ampliarse en función de la evolución de los mercados

Se estima un ahorro de unos 700 euros por camión al mes, con ayudas directas al sector de 450 millones de euros en este periodo. Pero además de las ayudas directas, que suponen la concreción de 1.250 euros por camión, 950 por autobús, 500 por furgoneta y 300 por vehículo ligero (taxis, VTC y ambulancias), se incluye también una ampliación de plazo de vencimiento de los créditos avalados por el ICO hasta 8-10 años, y una ampliación del período de carencia de los créditos avalados por el ICO de 6 meses, como medida de aplicación inmediata. 

Por otro lado, se establece una nueva línea de créditos al sector avalados por el ICO con 12 meses de carencia y se establecerá la devolución mensual del combustible profesional desde abril -frente al período trimestral vigente actualmente- y puesta en marcha de un sistema de devolución anticipada mensual con regularización anual. Se duplica también la ayuda al abandono a la profesión de transportista, al pasar de 10 a 20 millones de euros en 2022: hasta ahora era de 30.000 euros por autónomo que dejase la profesión y que ahora se duplica para que un mayor número de autónomos pueda afrontar el abandono de la actividad.

Votación de la Plataforma para suspender la huelga del transporte “de forma temporal”. Foto EFE/Fernando Villar

El último punto del acuerdo es el compromiso del Ministerio de presentar un proyecto de ley para aplicar al sector del transporte de mercancías por carretera los principios de la Ley de la Cadena Alimentaria. El plazo para que el CNTC conozca este texto se fija en el 31 de julio y estará orientado a asegurar una utilización justa de la subcontratación y la rentabilidad del trabajo en el sector.

Desde la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera se ha considerado “insuficiente” el acuerdo y se han solicitado, sin éxito, garantías de “rentabilidad mínima” y otras reivindicaciones tales como limitar la intermediación en el contrato de transporte a un solo contratista; un plazo de pago máximo a 30 días por servicios los servicios de transporte, por Ley sin posibilidad de pactos en contra; prohibición por Ley de la carga y descarga por parte de los conductores; limitación del tiempo de espera a una hora para carga o descarga; limitación al cabotaje; fiscalización de las “empresas buzón”; incremento en la seguridad en las áreas de descanso y prohibición de las 44 toneladas, entre otras. En el lado social, la Plataforma reclama la jubilación de los conductores a los 60 años; el reconocimiento completo de las enfermedades profesionales laborales; y el establecimiento de un Convenio único para el territorio estatal. 

El movimiento de contenedores ha sido uno de los más afectados por la huelga del transporte.

La mayoría de estas reivindicaciones ni tan siquiera se han debatido y no aparecen en el acuerdo ahora en vigor. Es por ello que desde la Plataforma se avisa que el conflicto “retornará más pronto que tarde” a las carreteras, puesto que el Decreto se fija casi exclusivamente en los aspectos económicos ligados a la carestía de los combustibles. 

En lo referido a los puertos, la mayoría de las instalaciones portuarias observan una paulatina incorporación de los transportistas a sus puestos de trabajo y las terminales han habilitado una franja horaria extendida de atención para atender al colapso de espacios en los muelles. Como en cada ocasión, hay excepciones y de momento, en el puerto de Bilbao no se ha alcanzado un acuerdo para vuelta a la normalidad. Así, el transporte convencional retoma su actividad mientras que el colectivo de transportistas del contenedor sigue negociando con las empresas, con la mediación de la Autoridad Portuaria, una mejora en sus condiciones antes de retomar el volante.