Las dos “almas políticas” que conviven en el Gobierno Vasco se contraprograman a la hora de poner en valor los avances del ferrocarril en Euskadi y en todo el Arco Atlántico.
Así, mientras el lehendakari Iñigo Urkullu, en su calidad de presidente de la comunidad de regiones del citado arco, ha llamado el lunes 13 de marzo, a una “cumbre” autonómica de los presidentes de Galicia, Alfonso Rueda; Asturias, Adrián Barbón; y Cantabria, Miguel Ángel Revilla, con el tren de alta velocidad como fondo, el consejero vasco de Transportes, Iñaki Arriola, y su viceconsejero Marco de la Peña, han organizado una visita, junto al delegado del Gobierno central en Euskadi, Denis Itxaso, el director de ADIF Alta Velocidad, Juan Pablo Villanueva, a las obras que se están llevando a cabo en el tramo Astigarraga-Irun para la implantación del tercer hilo que permitirá conectar la línea de alta velocidad del País Vasco con la red francesa.
Urkullu clama por el TAV y Arriola resalta el compromiso institucional
Las comunidades del Norte peninsular están preocupadas por el lento avance de las obras que conectarán España con Francia a través de la “Y Vasca” y esa preocupación se agudiza ante el aviso francés de no acometer la conexión Dax – Hendaia hasta el 2034.
Así, y según el último cronograma de la monumental obra ferroviaria en nuestro país, la red de alta velocidad podría alcanzar la frontera francesa en el 2027 y quedarse ahí estancada hasta el 2042. Peligra el Corredor Atlántico, una infraestructura de talla europea, llamada a vertebrar toda la península y que conecta cinco países europeos y 11 comunidades autónomas.
Presión para no llegar a 2024 sin TAV
Estos plazos se antojan inaceptables para las Regiones del norte peninsular. A pesar de que Galicia ya dispone -más o menos- de su conexión con Madrid y que Asturias podría tenerla este mismo año, no pasa lo mismo con Cantabria, donde ya se acepta que nunca llegará, y con Euskadi, que 35 años después tiene en Burgos su conexión más cercana.
Pero, lo peor es que no se llegue a unir la infraestructura española con la francesa -y por tanto con Europa- hasta mediados de siglo. Esta preocupación ha llevado a realizar esta próxima “cumbre”, con el fin de apretar en Madrid y que esta presión se haga seguir hasta París.

Sin embargo, el consejero Arriola resalta el “compromiso” institucional con el avance de la nueva infraestructura y ha resaltado que la legislatura actual está siendo “fructífera” en materia de colaboración en proyectos ferroviarios entre el Gobierno central y el vasco.
En su visita institucional a las obras del túnel de Gaintxurizketa destaca la inversión de 52,9 millones de euros, para adaptar el trazado actual de ancho ibérico a las circulaciones de alta velocidad en ancho internacional. Una obra de medio kilómetro se está utilizando una máquina escudo que, por primera vez en Europa, compatibiliza las obras y el tránsito de las circulaciones ferroviarias en vía única.