La situación en los puertos franceses se agrava con la convocatoria de tres días más de huelga, la denominada operación “Puertos Muertos”, entre los días 22 y 24 de enero, enlazando con la convocatoria de huelga general del viernes. Ese día está prevista que en la reunión del Consejo de Ministros se trate la reforma de las jubilaciones en el país vecino y se espera una movilización y parada en los transportes públicos y privados, tanto en mercancías como en pasajeros.
El seguimiento de anteriores convocatorias ha llevado a importantes pérdidas en los puertos galos. En la primera quincena del año, en número de escalas de buques de carga se ha desplomado más de una cuarta parte en Marsella y más de un tercio en Le Havre, los dos principales enclaves. En número de contenedores, las pérdidas se estiman superiores a 60.000 TEUs en esos dos puertos. A añadir también las bajadas en los tráficos en Brest, Burdeos, La Rochelle, Lorient, Nantes Saint-Nazaire, Saint Malo y Rouen. Por su parte, Dunkerke, en la fachada atlántica, puerto que no ha seguido la huelga, incluso ha registrado un impacto positivo del 0,5%.
Situación “catastrófica”
La situación ha sido calificada como “catastrófica” por las asociaciones francesas de transitarios (TLF) y transportistas (FNTR) y por la recientemente creada asociación France Logistique, presidida por la exministra Anne-Marie Idrac, quien ha pedido “una intervención pública” para garantizar el acceso de las mercancías a los puertos. Por su parte, el ministro de Transporte, Jean-Baptiste Djebbari, ha declinado intervenir en el conflicto, más allá de las medidas tomadas el pasado diciembre.

Las asociaciones logísticas califican la situación de “catastrófica”
Según las asociaciones antes mencionadas, la situación es tan “crítica” en los puertos franceses y en el transporte ferroviario que “está poniendo en peligro a la totalidad del sector logístico francés, que representa casi dos millones de empleos, pero también la rentabilidad de algunos industriales.
Como ejemplo la CCI de Aix Marseille Provence estima que el bloqueo del puerto marsellés “pone en peligro la economía local” y que muchos puestos de trabajo “corren serio peligro”. Según France Logistique, “el Estado debe buscar una salida a esta crisis” porque, además del impacto económico “catastrófico” para las empresas a corto plazo, también supone una “grave pérdida de imagen” del entramado logístico a largo plazo. Más aún cuando se pretende lanzar un nuevo plan de competitividad que tiene como prioridad “relanzar el sector” y meterlo entre los diez más competitivos a nivel mundial.
Oposición sindical
En un comunicado, el sindicato FNPD CGT se ha mostrado firme en sus reivindicaciones y afirma que “no entablará ninguna negociación con el gobierno sobre nuestras reivindicaciones sectoriales” y que la protesta está “centrada únicamente en la retirada del proyecto de ley”. El sindicato liderado por Tony Hautbois no sólo hace un llamamiento al paro en los puertos, sino también al bloqueo total de los accesos. Además promueve la concentración de trabajadores (piquetes) durante toda la semana frente a los edificios administrativos de los puertos.

Los sindicatos no entablarán ninguna negociación
Cabe recordar que la edad jubilación de los trabajadores portuarios franceses se establece en la actualidad a los 60 años, con la posibilidad de una retirada anticipada a los 55 debido a la catalogación del trabajo como “penoso y peligroso”. Si el proyecto de reforma del primer ministro Édouard Philippe sale adelante, esta edad pasaría automáticamente a 62 y 57 años respectivamente. Por ello, tras 20 días de huelga y bloqueo portuario, el pulso sigue entre los sindicalistas y el gobierno.