La segunda jornada del evento más disruptivo del año, BNEW, dedicó una mirada al mercado del transporte y la logística en el Mediterráneo, mediatizada por la crisis de la Covid-19 y que tuvo como conclusión final que los actores están optando por la anticipación y por la proximidad.
En una mesa redonda enmarcada en el evento Bknowledgeable, actuó como moderadora Anna Escoda, de la Asociación de Cámaras de Comercio del Mediterráneo (ASCAME) e intervinieron Josep Maria Cruset, presidente del puerto de Tarragona; Rachid Houari, director de Tanger Med Port; Ahmed Darwish, presidente del Canal de Suez, todos vía on-line, y Karim Palmieri, del fondo de inversiones Fieldstone.
Tarragona, puerto de oportunidad
Bajo el título de “Las perspectivas para el transporte y el mercado logístico mediterráneo y europeo en el entorno de la crisis de la Covid-19”, Josep Maria Cruset explicó el entorno cambiante -“líquido” lo denominó- en el que la pandemia vino a agravar la situación de tensiones comerciales USA-China y las propiciadas por el Brexit. La incertidumbre hace prever caídas del 18% del PIB español y del 11% del europeo, ante lo cual, el puerto de Tarragona ha decidido “anticiparse y transformarse para aprovechar la ventana de oportunidad” que toda crisis ofrece. Ponderó sus activos como puerto hub, las sinergias de su polo petroquímico y la excelente labor de su comunidad portuaria, pero señaló como una oportunidad más el déficit de suelo logístico en el Mediterráneo europeo y su carestía. En este sentido, el Port de Tarragona dispone de grandes superficies logísticas, donde ha crecido un 14% anual, y la creación de una nueva ZAL en el propio puerto, con un millón de metros cuadrados disponibles.

Cruset enumeró las ventajas que ofrece el puerto: aguas profundas, buena conexión viaria, conexión ferroviaria directa al Corredor Mediterráneo, y puso en valor la construcción del nuevo puerto seco de Guadalajara como “puerta de entrada y salida” de mercancía hacia el centro peninsular. El desarrollo no estaría completo para aprovechar las oportunidades venideras sin una política alineada con los ODS, buscando la sostenibilidad medioambiental y la reducción de la huella de carbono. En este sentido, el presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona quiso destacar las inversiones público-privadas en la automatización y digitalización portuaria, que ayudarán a conseguir mayor competitividad, y puso como ejemplo la entrada en funcionamiento del SEA para agroalimentarios. Para el futuro más cercano, Cruset se felicitó por contar con un interés inversor creciente, un número elevado de peticiones de implantación o inversión que exploran nuevas oportunidades ligadas a la integración de las cadenas de suministro.

La conexión africana
Rachid Houari, de Tanger Med Port, explicó las fortalezas de un puerto con apenas 15 años de desarrollo y que ya ha puesto en marcha su segunda fase con la mirada puesta en el mercado europeo. Destacó sus excelentes conexiones con puertos españoles en cuanto a pasaje y tráfico rodado, pero desea convertirse en hub de mercancías hacia el centro de Europa. También ha desarrollado ese mismo concepto hub hacia países de West África al tiempo que pone en valor su Zona de Libre Comercio desde la que exportó 17 millones de toneladas el año pasado. Según su percepción “queda mucho trabajo por hacer en el desarrollo de cadenas logísticas integradas” desde la producción hasta el cliente final.
Karim Palmieri, como inversor en plataformas logísticas multimodales, también se fijó en el aspecto de la integración vertical, centrándose en el mercado agroalimentario y donde desarrolla cadenas de suministro en el eje Marruecos-España pero también con Sudamérica. Pensando en un retorno de la inversión a medio y largo plazo, están interesados en la incorporación de nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia de los mercados logísticos y la supply chain.

Finalizó el panel Ahmed Darwish, de Suez Canal, explicando que las tensiones geopolíticas en el Este del Mediterráneo están convulsionando el tráfico de mercancías, si bien no es una preocupación a largo plazo pues “Suez es la mejor opción para el ahorro de transit-time en el eje Este-Oeste”. El establecimiento de nuevas zonas de libre comercio en el norte de África, y también en algunos países europeos, auguran un incremento del comercio mundial a través del Mediterráneo, incrementado por el aumento de la competitividad que traerá consigo la evolución tecnológica y la digitalización.