Veinte años del “Prestige”

Francisco Zaragoza

Las noticias, y de esto los periodistas saben mucho más que yo, en la actualidad, viajan a la par que la luz, y pasadas unas horas, todo pasa al olvido, en parte porque otras entran en su lugar.

En el caso que nos ocupa, la catástrofe del petrolero “Prestige”, quizás por aquello del “nunca más”, por cierto, frase recurrente y que tiene su origen en la otra parte del Atlántico, en esta cuestión, los que han pasado al olvido, han sido aquellas personas que tuvieron una participación directa, en las decisiones tomadas. Y en las manifestaciones vertidas, a la par que se vertía el petróleo del buque, a la mar.

Nadie en este país y cuando se ha producido un accidente del tipo que fuere, no se le ha culpado de la parte alícuota de responsabilidad, que de ello pudiera derivarse en función del cargo, que ostentaba en el momento de los hechos.

La Administración, la nuestra, es menor de edad y al parecer lo son también, aquellos funcionarios de la misma, que denotan en circunstancias excepcionales, no tan solo la ignorancia del tema a combatir, si no en demandar ayuda a otros, que los hay, para que aporten su experiencia en aras de encontrar la mejor o más razonable solución al tema que se plantea.